Finalmente llegó el Hyundai Ioniq 5 a la región. Si te suena el nombre, es porque claro, ya han existido otros, pero ahora Ioniq es una familia de autos y no son híbridos o eléctricos adaptados, sino que ahora son productos de avanzada tecnología fabricados con un chasis dedicado y que ostentan un nivel de desarrollo y diseño realmente sobresaliente. Solo para que te hagas una idea, fue el auto ganador del World Car of the Year el 2022, entre muchos otros premios relacionados con sus prestaciones y estilo.
Del Ioniq 5 hemos escrito sufciente, desde que deslumbró como un prototipo en el 2019, el 45 EV Concept e incluso que ya se trabaja con él en conducción autónoma. Recién ahora en mayo se realizó su lanzamiento regional en Chile, así que fuimos de los pocos periodistas de la región en ponerle las manos encima.
Si quieres saber más sobre sus características y generalidades, puedes leer lo que te contamos en su momento, cuando se presentó al mundo; en esta nota te contaremos nuestra primeras impresiones de manejo, luego de conducirlo en el Autódromo Nacional de Codegua, en Chile. Anímate, la buena nueva es que es este modelo lo tendremos en Colombia para la segunda mitad del año.
El Ioniq 5 a la luz del día
No es lo mismo mirar el auto bajo los reflectores de un lanzamiento a verlo en un ambiente real con la luz del día y hay muchas cosas que gustan mucho y que funcionan muy bien. Lo más raro del Ioniq 5 es acostumbrarse a su tamaño, porque con 4,6 metros de longitud y tres metros de distancia entre ejes, es como una versión "agrandada" de un hatchback C. Para que te hagas una idea, es como estar mirando un Hyundai HB20 y de repente llega un auto exactamente igual pero 15% más grande al lado. Considerando que no existen hatchbacks del segmento D, es una sensación rara, por ello se orienta más hacia el universo de los crossover. Los rines lucen gigantes y los amplios guardabarros los resaltan más.
Nunca he sido muy amigo de los colores mate, pero estos funcionan muy bien en la carrocería del Ioniq 5, con cortes geométricos y planos limpios. Realmente le da una imagen futurista muy especial, al margen de que el referente en diseño es un auto de hace 4-5 décadas atrás, el Hyundai Pony original de Giugiaro. Esto dice mucho del buen diseño, porque cuando algo es atemporal, siempre puede verse contemporáneo y las ideas de Giugiaro son un poco así.
Los detalles intrincados también son interesantes, como los faros diseñados con base en pequeños pixeles, como si fueran un mosaico; así como la temática de las ranuras, el corte en 'Z' de las puertas y el cálido interior: amplio, con formas suavizadas, sus palancas con grandes perillas anodizadas y las texturas de los materiales ecológicos. Para qué hablar de los efectos de luz ambientales, las puertas cóncavas y la consola central, que más parece una isla que puedes desplazar hacia las plazas traseras o a las delanteras.
En carretera
Conducir el Ioniq Q 5 en carretera es una delicia. Es un auto amplio, tremendamente bien insonorizado y cuyo concepto en diseño invita a la calma y al bienestar. En nuestro caso, nos pusimos al volante de la versión Limited AWD, impulsada por dos motores eléctricos, con 301 hp, 605 Nm de torque y una aceleración de 0-100 km/h en 5,2 segundos. Acá se debe precisar que, en principio, la versión que llegaría a Colombia sería la de un solo moto de 214 hp.
Lo que más llama la atención de su conducción es la sensación de aplomo general. Los autos coreanos han mejorado mucho en temas dinámicos y ya no se sienten tan "plásticos" o "flotantes". Pero aquí, el auto descansa muy bien en la suspensión y la dirección cuenta con un peso muy agradable. La sensación de espacio es alta, por las puertas cóncavas, los colores claros de los tapizados y por el techo panorámico. Incluso, se siente más amplio que su hermano de Kia, el EV6, que, para ser justos, tiene un perfil mucho más deportivo.
Monitoreando el consumo, en carretera se mantuvo entre 15 y 20 kWh/100 kms, lo que también es muy favorable, considerando sus reservas de potencia extra y esto nos da la idea de que es un auto eléctrico cuya autonomía debe ser fácil de administrar. En el caso de las versiones AWD es una cifra cercana a los 430 kilómetros, el modelo con tracción sencilla puede llegar a los 480 kilómetros en condiciones ideales.
En pista
En el autódromo chileno, junto al Ioniq 5 estaba la camada completa de modelos ecológicos de Hyundai, como el Kona HEV, el Kona EV y Tucson HEV. Claro está, el Ioniq 5 se lleva por delante a cualquiera de los autos mencionados. El mejor punto de contraste lo da el Kona eléctrico, puesto que uno ve la diferencia en potencia que tiene con respecto al Kona híbrido.
En la pista, el Kona híbrido, que es un modelo que ya no se ofrece en otras partes del mundo, se sentía aletargado y un poco confuso entre el accionar del motor y el apoyo eléctrico, pero su chasis tenía un buen equilibrio y permitía apuntarlo con nobleza entre las curvas. El Kona eléctrico, en cambio, era como un "perro nuevo", muy nervioso, puesto que el motor eléctrico muchas veces "desbordaba" las capacidades del chasis y de las llantas. Por supuesto que es entretenido, pero revela las deficiencias de una plataforma adaptada.
El Ioniq 5 no se compara en nada al Kona, pero si guardamos las proporciones, es justamente como si tomáramos lo mejor de ambos Kona. El Ioniq 5 no es un auto deportivo, pero tiene el torque y la aceleración de uno. Lo más interesante son dos trucos extra que ayudan a camuflar su peso y su volumen para que se sienta más deportivo de lo que es. Lo primero es el sistema de tracción HTrac, que emula un sistema AWD mecánico pero con dos motores eléctricos independientes. Esto significa que el auto puede camuflar las transferencias de peso apoyándose en la tracción extra, lo que propicia un manejo mucho más estable y equilibrado. Lo segundo, tiene que ver con el funcionamiento del sistema de frenos regenerativo, el cual ayuda mucho a disminuir la velocidad en la entrada de una curva, disminuyendo el estrés de los frenos, al margen de que igual volvían cocinados después de varias vueltas a la pista.
Estos elementos no son nuevos para ningún auto eléctrico, pero en el Ioniq 5 se notan de buena manera y puedes apoyarte un poco en ellos para ir de manera más agresiva. Por si te lo preguntas, alcanzamos los 175 km/h en la recta principal del circuito, 150 metros antes de la primera curva de una chicana que abre desborda en una pista corta.
En resumen, el Ioniq 5 logra algo bien interesante, que se da en la suma de sus partes. Es un gran auto y una gran experiencia a la vez. Estamos ansiosos de tenerlo ya en Colombia y poder disfrutarlo en una prueba algo más larga para poder corroborar sus cualidades.