Los automóviles modernos tienen cada vez menos botones físicos, esto debido a que equipan pantallas táctiles más capaces. Esta tendencia hace que funciones simples, o incluso funciones críticas que requieren de rapida accesiblidad, se hagan, en muchos casos, a través de comando táctiles.
Aunque en teoría esto hace que los autos luzcan más modernos, en la práctica requieren esfuerzo y tiempo extra por parte del conductor, a la vez que hace que lo sencillo y práctico ahora requiera de más pasos.
En la medida que se alarga la gestión de un proceso se requiere más tiempo de atención a la pantalla, por lo que el conductor se obliga a apartar la vista del camino, lo que aumenta su distracción, con todo lo que ello implica en el ámbito de la seguridad.
De acuerdo con un estudio realizado por el medio sueco Vi Bilägare, en el peor de los casos, los automovilistas necesitan cuatro veces más tiempo para realizar tareas simples, en comparación con la misma acción que realizarían con un botón físico.
Por una cuestión de diseño y ahorro de costos, las pantallas de los autos son cada vez más grandes y suplen la labor de los botones e interruptores físicos; sin embargo, se deja de lado la seguridad.
En lugar de desarrollar, fabricar y mantener botones físicos en inventario durante los próximos años, los fabricantes de automóviles están interesados en integrar más funciones en una pantalla digital que se puede actualizar con el tiempo.
Para efectos de este estudio, Vi Bilägare evaluó once autos modernos de diferentes marcas y midió el tiempo que necesita un conductor para realizar distintas tareas sencillas, como cambiar la emisora de radio o ajustar el aire acondicionado. Además, se hizo lo mismo con un modelo sin pantalla táctil, para así poder hacer la comparativa.
Un aspecto importante de esta prueba es que los conductores tuvieron tiempo de conocer los autos y sus sistemas de información y entretenimiento antes de que comenzara la prueba.
Después de familiarizarse con el uso de cada sistema, los evaluadores condujeron los autos por la pista de un aeropuerto a una velocidad constante de 110 km/h y tuvieron que realizar una serie de sencillas acciones, como activar la calefacción del asiento, aumentar en dos grados la temperatura del aire acondicionado, encender la radio y seleccionar una estación específica, reiniciar el computador de viaje, bajar la iluminación del tablero de instrumentos al nivel más bajo y apagar la pantalla central.
Cuanto más rápido se realizaran las tareas anteriores, mejor sería la evaluación. Como era de esperarse, al modelo con solo botones físicos (un Volvo V70 del 2005) le tomó al conductor 10 segundos y recorrió un total de 306 metros para realizar las acciones anteriores. En cambio, el MG Marvel R requirió 44,9 segundos y 1.372 metros.
Al Dacia/Renault Sandero y el Volvo C40 les fue relativamente bien, pues además de las pantallas táctiles, tienen bastantes botones físicos que controlan muchas de las funciones.
Tesla no fue el primero en introducir una pantalla táctil, pero el fabricante de automóviles estadounidense siempre ha ofrecido pantallas táctiles más grandes que la mayoría de los fabricantes, las cuales contienen más características del automóvil; incluso, los limpiaparabrisas se controlan a través de la pantalla táctil.
Por su parte, BMW iX también ofrece una pantalla táctil, pero no tan grande como la de Tesla, así como más botones físicos. Pero eso no es garantía para que un sistema sea fácil de usar. El dispositivo de la marca alemana tiene muchas características y además incluye una las interfaces de usuario más complejas y complicadas jamás diseñadas.
En cuanto a Volkswagen y Seat, en el sacrificio que supone ahorrar dinero y reducir los costos de producción, los botones táctiles que controlan el aire acondicionado se ubican debajo de la pantalla y no tienen retroiluminación, lo que los hace completamente invisibles por la noche.
Si bien, los fabricantes de automóviles desean señalar que muchas funciones ahora se pueden activar por voz, tales sistemas de control no siempre son fáciles de usar, no pueden controlar todas las funciones y no siempre funcionan como se anuncia; razones por la cuales los sistemas de control por voz no se probaron en este ejercicio.
Modelo |
Tiempo de ejecución de la tarea (segundos) |
Distancia recorrida (metros) |
Calificación (de 1 a 5) |
BMW iX |
30,4 |
928 |
4,0 |
Dacia Sandero |
13,5 |
414 |
3,75 |
Hyundai Ioniq 5 |
26,7 |
815 |
3,5 |
Mercedes GLB |
20,2 |
616 |
3,25 |
MG Marvel R |
44,9 |
1.372 |
2,5 |
Nissan Qashqai |
25,1 |
765 |
4,25 |
Seat Leon |
29,3 |
895 |
3,25 |
Subaru Outback |
19,4 |
592 |
4,0 |
Tesla Model 3 |
23,5 |
717 |
3,75 |
Volkswagen ID.3 |
25,7 |
786 |
2,25 |
Volvo C40 |
13,7 |
417 |
3,5 |
Volvo V70 (2005) |
10,0 |
306 |
4,5 |
Muchas veces a la hora de probar autos, nos toca realizar la misma tarea y revisar que estas pantallas finalmente sean realmente prácticas y funcionales. Hay sistemas muy sofisticados, pero que lamentablemente no permiten sacar partido de su tecnología, simplemente porque sus funciones están ocultas "en el menú del menú del menú"; no solo hablamos de la climatización o el audio, sino que también nos referimos a aspectos como los modos y las asistencias de manejo. Así mismo, pasa que los sistemas por comando de voz no están familiarizados con todos los acentos y vocabularios; los mejores están en autos fuera del alcance del bolsillo de la gran mayoría.
Finalmente, las interfaces a veces tienen gráficas muy bonitas y elaboradas, pero son poco legibles y lógicas; de hecho, por algo se inventaron Apple CarPlay y Android Auto, con el fin de poder incorporar una interfaz de usuario que sea más ergonómica y lógica con la manipulación de un auto: no es lo mismo tener que mirar una pantalla a 120 km/h que un teléfono, a solo centímetros de nuestros ojos. Los controladores y las letras tienen que ser grandes, mientras que la selección de opciones debe ser simple de operar.