De acuerdo con un reciente estudio de Mercado Libre, multinacional de comercio electrónico, en Colombia se registra un inusitado interés por los autos híbridos, pues las cifras al cierre del primer trimestre del 2022 evidencian que la oferta aumentó 88% frente al mismo periodo del año pasado. En cuanto a la demanda, se presentó un repunte del 193%, mientras que la intención de compra incrementó un 221% más, en comparación con el 2021.
Justamente ese boom por los autos electrificados es el que quiere aprovechar Mazda (bueno, además del lindo discurso del compromiso ambiental) para dotar al CX-30 y al Mazda3 con tecnología híbrida ligera (mild hybrid), con lo que resultan más atractivos para los usuarios locales que buscan así una alternativa con una de las mejores ofertas del mercado en equipamiento, desempeño urbano y seguridad, que además favorezca el ahorro de combustible y, de paso, que permita librarse del Pico y Placa.
El buen momento que atraviesa Mazda en el mercado local es ejemplo para el resto de filiales en la región y por ello, para exaltar el buen trabajo de Mazda de Colombia, la presentación de su tecnología híbrida para Latinoamérica se hizo en el Eje Cafetero, a donde no solo acudimos los periodistas locales, sino que además fueron invitados colegas de México, país donde el fabricante japonés quiere replicar esa inercia comercial.
Para entrar en materia, digamos que en la nota de presentación que publicamos hace algunos días de la tecnología híbrida de Mazda les contamos las principales características de las variantes CX-30 Grand Touring MHEV y CX-30 Grand Touring LX MHEV, que se suman a las cinco versiones convencionales con motores 2,0 L y 2,5 L, con lo que el cliente tiene ahora una gama realmente amplia y variada para escoger.
Mazda CX-30 híbrido: características técnicas
Como en este caso se trata de una evolución tecnológica, no hay diferencias estéticas, salvo que los modelos mild hybrid de Mazda incluyen una discreta placa con el texto e-Skyactiv-G en la parte trasera de la carrocería. Lo verdaderamente interesante está bajo el capó, donde encontramos el mismo bloque 2.0 litros que anima a las versiones de entrada del modelo.
Un análisis desde las escuetas cifras revela que los 153 caballos de potencia y los 200 Nm de torque que animan a los modelos híbridos de Mazda, por medio de una transmisión automática de seis velocidades y tracción delantera, resultan suficientes en potencia y no tanto en torque para enfrentar la oferta de sus rivales; por ejemplo, el motor 1,6 litros del Kia Niro ofrece 139 hp y 265 Nm, mientras que el Toyota Corolla Cross cuenta con un 1,8 litros que eroga 126 hp y 163 de torque.
Quizás recuerdes que anteriormente en Autocosmos hemos reseñado otros modelos mild hybrid que se valen de sistemas híbridos de 48 voltios, como el Toyota Yaris Cross o el nuevo Clase C de Mercedes-Benz, pero en el caso de la tecnología que presenta Mazda, se trata de un esquema eléctrico de 24 voltios.
La solución híbrida propuesta por Mazda no solo implica la presencia de un convertidor de voltaje DC/DC para gestionar el suministro de energía, sino que, a su vez, permite acomodar componentes más pequeños que en un esquema de 48v, para que el peso total no afecte el desempeño del modelo; por ejemplo, el CX-30 Grand Touring LX MHEV (que tuvimos a prueba) pesa solo 78 kilos más que los 1.442 kilos que registra el CX-30 Grand Touring “normal”.
La estrella del esquema híbrido de Mazda es el ISG, un generador de arranque integrado, que se encarga, mediante una polea, de aportar energía directamente a la correa de distribución; este mecanismo se alimenta de una pequeña batería de iones de litio de apenas 10 kilos, que se acomoda justo debajo del asiento del acompañante. Dicho acumulador tiene la capacidad de cargarse y descargarse a gran velocidad para aprovechar de la mejor manera posible la energía que se recupera de la frenada y apoyar al motor de combustión siempre que sea posible.
El Mazda CX-30 híbrido cuenta además con el sistema i-Stop (que apaga el motor de combustión cuando el auto se detiene en ciertas situaciones, como un semáforo), pero al volver a arrancar, es el ISG el encargado de hacerlo y su gestión es más suave y efectiva que en un sistema de Start & Stop tradicional.
¿Cómo funciona el sistema mild hybrid de Mazda?
Es importante recordar que la tecnología mild hybrid es el primer escalón en la electrificación de los vehículos; en este caso, vale precisar que el sistema no es capaz de mover por sí solo el vehículo, como sí lo pueden hacer los sistemas full hybrid (en distancias muy cortas) y los Plug-In Hybrids, que pueden ofrecer rangos incluso de hasta 100 km en modo puramente eléctrico.
En todo caso, el sistema MHEV de Mazda ayuda a reducir tanto el consumo como las emisiones, gracias a que disminuye la carga sobre el motor térmico. Esto lo logra, bien sea porque, a veces, se encarga de proveer energía a los accesorios como el aire acondicionado o porque al aportar algo de potencia, permite que se inyecte algo menos de combustible.
El sistema microhíbrido de Mazda funciona de manera más eficiente antes de las 3.000 rpm, es ahí donde se obtiene el mayor beneficio, por lo tanto, la conducción en ciudad o bien en carretera, pero a ritmos relajados y constantes, es donde se logra el mejor rendimiento. Si eres de los que gusta presionar el acelerador como si se tratara de un interruptor de luz, nos apena decirte que prácticamente no verás beneficio alguno, puesto que cuando suben mucho las revoluciones, el sistema directamente deja de aportar.
Lo anterior significa que, si eres cuidadoso con el acelerador, podrás extraer un rendimiento hasta un 15% superior en comparación con el CX-30 con motor 2,5 litros, lo cual, si bien no representa una mejora dramática, tampoco es una cifra despreciable. Por su parte, si se comparara con un bloque dos litros convenional, la mejora sería cercana al 5%.
Mazda CX-30 2022: manejo
Otro beneficio colateral de la tecnología MHEV es que el refinamiento del vehículo mejora, puesto que los motores eléctricos al entregar el torque de manera instantánea, llenan esos pequeños momentos en que el motor de combustión, por la baja rotación, todavía no es capaz de generar la potencia suficiente. Esto se percibe de forma mucho más marcada en los motores turboalimentados, puesto que este espacio es donde comúnmente se presenta el turbolag, pero sea como sea, también se siente en el CX-30.
Procurar lograr mejores rendimientos que las unidades que no son MHEV también implica algunos sacrificios para los modelos híbridos; en este caso, estarán más limitados en la capacidad de aceleración, lo que supone cierto límite para expresar al máximo toda su potencia.
Aclaramos, el poderío es más que suficiente para mover a plenitud la CX-30 Mild Hybrid; de hecho, la relación peso/potencia de este modelo es de 9,42 kilos/caballo, pero cuando es necesario rebasar o hacer alguna incorporación con premura, se nota que falta algo más de punch. Por ende, los trayectos urbanos, cortados por el tráfico y de constante detenciones, son los que sacan más provecho del trabajo del ISG y del frenado regenerativo.
Adicionalmente, aspectos como la dirección rápida y precisa, así como un esquema de suspensiones bien calibrado (con una orientación más hacia lo firme) están presentes; el CX-30 no deja de ser un Mazda y, por lo tanto, comunica al conductor muy bien lo que sucede. En igual sentido, el nivel de comodidad e insonorización al interior son argumentos muy favorables.
Con la responsabilidad que supone ser el líder del mercado, el Mazda CX-30 adopta la tecnología híbrida ligera para ampliar aún más sus atributos frente al usuario y embarcarse en la aventura de tratar de conquistar el segmento de los electrificados que, sin duda, será uno de los que más crezca el presente año; al final, esta camioneta brinda una experiencia más plena y, de ñapa, permite evadir el Pico y Placa