Con detalles diferenciadores, como el icónico corbatín ahora en color negro, atributos deportivos de diseño y equipamiento, Chevrolet lanza una nueva estrategia para los modelos SUV y pick-up, con la que se invita a tomar una opción alternativa y arriesgada, que alude a “encontrar el lado de Chevrolet que no conocías”.
En esta campaña se destacan los modelos Chevrolet Tahoe Z71 y Blazer RS, que inicialmente contarán con este diseño exclusivo, dando así un valor agregado a las virtudes de cada uno de los vehículos al proporcionar accesorios diferenciales en estética y equipamiento para caracterizar estas ediciones.
Ambas camionetas ya están disponibles en Colombia en esta nueva versión y se espera que en los próximos meses se sumen nuevos modelos SUV y pick-up de Chevrolet a esta estrategia.
La marca quiere transformar el concepto de que lo negro o lo oscuro es negativo; en ese sentido, se quiere demostrar que hay un producto especial para aquellas personas que buscan lo diferente, que cuestionan y hacen reflexiones sobre temas de inclusión y equidad, algo que está en línea con el ADN de General Motors, ratificando su compromiso de convertirse en la marca más inclusiva del mercado.
“Más que un corbatín negro, queremos invitar a las personas a tomar un riesgo, demostrar que lo diferente no significa siempre algo malo y que en Chevrolet estamos más allá de ideas preconcebidas y estereotipos que nos encajan. Como compañía estamos para marcar la diferencia de la mano de nuestros usuarios”, señala Diana Reynoso, Marketing Manager de Chevrolet en Colombia.
Así surgió el icónico corbatín de Chevrolet
El corbatín de Chevrolet, que en realidad corresponde al isotipo (parte simbólica o icónica de la representación gráfica de la marca), lo propuso William C. Durant, cofundador de la compañía, a finales de 1913.
Se dice que surgió en 1908, cuando Durant recreó el diseño de un papel tapiz en un hotel en Francia y concibió un patrón de imágenes que se orientaba hacia el infinito. Arrancó una muestra del papel y lo guardó con la idea de que se vería muy bien para identificar algún modelo de la naciente industria automotriz.
Con el paso de los años surgieron otras teorías, como la de la hija de Durat, quien en su libro Mi padre, contó que el empresario garabateaba diseños de placas de identificación en trozos de papel en la mesa del comedor. "Creo que fue entre la sopa y el pollo frito, una noche, que esbozó el diseño que se usa en el automóvil Chevrolet hasta el día de hoy", escribió.
A lo largo de la historia de la marca, el corbatín ha tenido algunas variaciones en colores y detalles; sin embargo, su esencia siempre se mantiene.