Se dio a conocer el más reciente informe anual de sostenibilidad de General Motors (GM), donde se resaltan los avances del fabricante y se anticipan algunos de los planes de acción a futuro.
En ese sentido, se confirma la gran importancia que tiene en sus planes el desarrollo de la plataforma modular específica para vehículos eléctricos y las baterías Ultium, cuyo cronograma de avance no se ha visto retrasado a causa de la pandemia. Así mismo, la multinacional tiene como meta ofrecer vehículos eléctricos que permitan seducir a casi todos los clientes, considerando que con estos nuevos productos competirá en los mismos segmentos donde actualmente lo hace con sus modelos de combustión.
Si bien lo anterior es prácticamente predecible, uno de los compromisos que más llama la atención tiene que ver con su idea de convertirse en la compañía más inclusiva del mundo, con el fin de construir una cultura más segura y equitativa.
El tema no es solo retórica de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), si se tiene en cuenta que tras el asesinato de George Floyd en EE. UU., GM no se quedó al margen de la situación: la compañía estableció una Junta de Asesoría para la Inclusión presidida por su CEO Mary Barra y destinó diez millones de dólares para apoyar las organizaciones que promueven la inclusión y la justicia racial.
GM tiene el compromiso de suministrar el 100% de la electricidad de fuentes renovables en Estados Unidos para el 2030 y en todo el mundo para el 2040, una década antes de lo anunciado previamente.
“Los últimos meses han sido difíciles y nuestro mundo ha cambiado. A medida que avanzamos de una manera nueva, GM está tan decidido como siempre a crear soluciones que conduzcan a un futuro mejor para todos. GM sigue enfocado en cumplir nuestra visión de un mundo con cero accidentes, cero emisiones y cero congestiones, mientras se convierte en la empresa más inclusiva del mundo”, señala Mary Barra.
