Desde hace algunas semanas está disponible en las vitrinas nacionales la nueva generación Land Rover Defender, un modelo que resume más de 70 años de tradición y de lo mejor que se conoce en el mundo automotor referente a capacidades y compromiso off road.
El Land Rover Defender original vio la luz en 1948 y mantuvo su legado con sus antecesores el Land Rover I, II y III; posteriormente, en 1983 comenzó la fabricación del último descendiente de ese linaje. Ciertamente, el Defender original era un icono para los amantes de las aventuras en el escarpado, por eso muchos se sorprendieron en 2015 cuando la marca anunció el final de un modelo que sirvió de referente para demostrar lo que era y podía hacer un vehículo todo terreno.
Justo por ese legado y reputación fue que se volvió un verdadero reto para el fabricante revivir la leyenda Defender, considerando que debía ser una propuesta que mantuviese el ADN original, pero que resultara llamativa y funcional para las familias mileniales modernas, apropiando, a la vez, todos los avances tecnológicas e innovaciones que caracterizan a la marca.
El éxito de esta aventura industrial es más que favorable, considerando la buena aceptación que ha tenido en los diferentes mercados la llegada de la variante con carrocería larga y de cinco puertas (Defender 110), con capacidad hasta para siete pasajeros; y eso que está pendiente el arribo de la variante con carrocería corta de tres puertas (Defender 90), que conocimos en el último Salón del Automóvil de Fráncfort, pero que se ha visto retrasada por el tema de la pandemia.
“Este año el covid-19 ha supuesto el mayor desafío del siglo XXI, pero el nuevo Defender renace de sus cenizas para superar los obstáculos más difíciles que se han imaginado y llega a nuestra región, más potente y seguro que nunca, para quedarse,” señala Javier Agote, Director General de Jaguar Land Rover para América Latina y el Caribe.
Land Rover Defender 110 S: diseño y dimensiones
Es cierto que muchos puristas miran con recelo la propuesta final, pero considerando el nuevo espectro de seguidores que se quiere conquistar, el resultado es más que destacado. Simplemente es increíble lo que se logró, al mantener los trazos rectos y las impresionantes proporciones, para brindar una silueta que claramente transmite el ADN del Defender original. Así mismo, los cortos voladizos, la generosa distancia que lo separa del piso (290 mm), la protección de zonas bajas y sus favorables ángulos dinámicos (ataque: 37,5°, ventral: 28° y de salida: 40°) evidencian las capacidades de este vehículo.
En toda la estructura hay claros detalles que evocan el diseño anterior, como los apliques de aspecto rugoso sobre el capó, la disposición en pares de las luces traseras, la abrupta caída en la parte posterior y las coquetas ventanillas de tipo safari (Alpine lights) que decoran la parte posterior.
Su arquitectura monocasco de aluminio no solo ofrece el triple de rigidez torsional, sino que además resulta muy ligera.
Pese a la simpleza que transmite su silueta cuadrangular, hay mucha tecnología en su concepto; por ejemplo, este vehículo adopta una ligera estructura monocasco de aluminio que hace parte de la nueva arquitectura D7x de la marca, lo cual le brinda más rigidez al conjunto; así mismo, se trabajó mucho en pulir la estructura del vehículo para favorecer su rendimiento aerodinámico (0,38 Cd), puesto que sus formas afectan sensiblemente ese apartado; de hecho, al interior de la cabina se filtra algo de ruido de viento, producto de los grandes espejos laterales y un parabrisas muy vertical.
En el caso de esta configuración de cinco puertas, este voluminoso vehículo luce más grande y vistoso en el mundo real de lo que deja ver la ficha técnica, al tener 4.758 mm de largo (hay que añadir el ancho de su llanta de repuesto externa), 1.996 mm de ancho, 1.967 mm de alto y una distancia entre ejes de 3.022 mm. Un detalle a tener en cuenta es que la enorme puerta del baúl es de apertura lateral y no resulta muy práctica en parqueaderos estrechos. En todo caso, aquí se agradece que cuenta con un control que sube/baja la carrocería para facilitar el acceso al área de carga.
Land Rover Defender 110 S: interior y equipamiento
El habitáculo de este Land Rover no destila el refinamiento que podemos encontrar, por ejemplo, en su hermano Range Rover; no es la idea. Bien podemos decir que el interior del nuevo Defender proyecta atributos como practicidad, simpleza y resistencia. Bajo esos parámetros tenemos una cabina amplia y diáfana; por lo menos en la versión a prueba, favorecida por los claros tapizados de las sillas y el techo, sin sun roof.
Las generosas llantas (255/65 R19) y el amplio despeje con respecto al piso hacen exigente el acceso al vehículo, por lo que se agradecen las agarraderas en todas las puertas, siendo particularmente funcionales y decorativas las que rematan los extremos del tablero en la parte delantera. La comodidad y el espacio disponible en todos los puestos es más que suficiente y se destacan esos detalles sutiles que caracterizan a la marca; por ejemplo, que los tapizados sean en una tela superresistente, inspirada en la lona, o que el tablero esté cruzado longitudinalmente por una estructura tubular acolchada, que sirve de agarre para el copiloto cuando se transita en destapado agreste.
Hay cuatro packs de accesorios (Explorer, Adventure, Country, Urban) disponibles para personalizar el vehículo según las necesidades del conductor.
Paneles con tornillería expuesta, superficies de caucho por todos lados (incluso el piso), algunos plásticos con textura áspera, tapizados resistentes a la mugre y la humedad, así como insertos acolchados con materiales robustos, garantizan que este vehículo saldrá bien librado en cualquier aventura que se acometa, pero ello no impide que ofrezca un ambiente agradable y confortable.
En cualquier caso, la practicidad y simpleza del habitáculo no implica falta de amenidades y tecnología. Incluso en esta versión S, el nuevo Defender ofrece un buen repertorio de recursos, como climatizador digital bizona, acceso y encendido sin llave, asientos delanteros semi-eléctricos, control crucero y limitador de velocidad, espejos retrovisores eléctricos con calefacción, monitor de fatiga del conductor, nivelación automática de faros, sensores de parqueo 360°, sensor de vadeo y espejo retrovisor inteligente, que puede funcionar como tal o convertirse en una pantalla que transmite imágenes de las cámaras.
Mención aparte merece el sistema de infoentretenimiento Pivi Pro, que ofrece una interfaz muy clara, intuitiva y completa en funciones, la cual se gobierna a través de una pantalla táctil de 10 pulgadas, formato que podría ser más grande si se consideran las dimensiones de la cabina. La configuración permite no solo controlar fácilmente los módulos principales (navegación, comunicación y sistema multimedia), sino que además sirve para escoger los modos de manejo que ofrece el sistema Terrain Response; así mismo, aquí se puede proyectar una exclusiva vista a ras de piso que ofrece la tecnología ClearSight, que brinda un detallado panorama de los obstáculos alrededor del auto; incluso, permite ver en tiempo real la dirección que tienen las ruedas, lo que puede ser vital para superar muchos obstáculos 4x4.
Land Rover Defender 110 S: motor y características técnicas
Si bien una de las novedades internacionales del nuevo modelo es la incorporación de versiones mild hybrid e incluso de un Defender Plug-in Hybrid, por ahora en nuestro país solo están disponibles dos ofertas mecánicas: un bloque turboalimentado de gasolina de 3,0 litros que genera 392 hp de potencia y 550 Nm de torque, así como un motor turbodiésel de 1.998 cc que entrega 235 hp y 430 Nm (fue el que probamos); ambas unidades se gestionan con una transmisión automática/secuencial de ocho marchas.
También se cuenta con un esquema AWD inteligente y permanente, así como una caja de transferencia de doble velocidad. Es precisamente su arsenal de recursos para el off road lo que justifica el elevado costo de este vehículo ($290.900.000), al ofrecer tecnologías como el Terrain Response 2, que optimiza la gestión del motor, la transmisión, el diferencial central y la suspensión, ajustándolos de acuerdo con el terreno que se transite. El vehículo hace las transiciones de forma automática o el conductor puede ajustar el modo de manejo a voluntad, a través del Pivi Pro.
Sus capacidades se retaron en más de 45 mil pruebas independientes, realizadas a temperaturas entre -40 °C y 50 °C.
Otro plus ideal del Defender en la trocha es el All Terrain Progress Control (ATPC), que es algo así como un control de velocidad enfocado para el off road; en este caso, se puede regular y mantener una velocidad constante entre 1,8 km/h y 30 km/h, permitiendo que el conductor se concentre exclusivamente en sortear los obstáculos.
Otro recurso que nos encanta es el Adaptive Dynamics, un sistema que monitorea hasta 500 veces por segundo los movimientos del vehículo y reacciona en consecuencia para favorecer un mayor control y minimizar el balanceo de la carrocería, con lo que se garantiza una marcha equilibrada y uniforme. Este sistema trabaja solidario con la suspensión neumática, la cual permite elevar la carrocería hasta 114 mm, para lograr una altura total con respecto del piso de unos impresionantes 292 mm, cifra superior a la de un Jeep Wrangler Rubicon y que le permite al Defender sortear prácticamente cualquier obstáculo. La capacidad de vadeo es de 900 mm y el sistema incluso puede medir la profundidad del charco, para evitar sorpresas.
Land Rover Defender 110 S: desempeño y seguridad
En materia de seguridad, cuenta con recursos como: frenos ABS, freno de parqueo eléctrico, asistente de frenado de emergencia, distribución electrónica de la fuerza de frenado, control de estabilidad de balanceo, control dinámico de estabilidad, control de tracción, asistente de descenso/arranque en pendiente, control de freno en curva, asistencia de estabilidad del remolque, indicador de desgaste de las pastillas de freno y seis airbags, entre otros. En lo que si queda en deuda es en asistencias de manejo, pues solo ofrece asistente de cambio de carril.
Tras el volante, el Defender se siente como lo que es: un vehículo grande, capacitado para transitar por cualquier vía existente (o que se quiera descubrir), cómodo y muy seguro. Con un peso de 2.323 kilos no podemos pretender que se perciba como un compacto; de hecho, tiene una decente relación peso/potencia: 9,88 kilos por cada caballo. También merece destacarse el apartado de frenos, cuya gestión es más que favorable, sobre todo considerando la generosa masa que debe controlar y lo hace con mucha efectividad.
Para el desarrollo de esta nueva generación Defender se hicieron 1,2 millones de kilómetros de pruebas en todo tipo de carreteras y terrenos.
No se destaca particularmente por acelerar con contundencia, pero a medida que progresa en velocidad va reservando una cuota de poderío que se agradece está disponible al hacer sobrepasos. Pese a todas las virtudes tecnológicas y dinámicas que lo privilegian en el escarpado, la verdad es que el bienestar a bordo y su maniobrabilidad lo capacitan perfectamente para el uso cotidiano, en lo que se favorece además por un excelente ajuste, buen aislamiento acústico y gran calidad de marcha.
El completamente renovado Land Rover Defender podría consolidarse como la revelación del año, no por nada es firme candidato al World Luxury of The Year 2021. Sus guiños estéticos al pasado evocan su leyenda, pero se agradece que no cae en el cliché del diseño retro; en realidad, se logró el cometido de renovar una propuesta todo terreno que en su momento fue ganadora y que, al actualizarse además en tecnología y capacidades, tiene todos los argumentos para seguir triunfando.