La idea original de ofrecer una camioneta premium con una configuración de tipo cupé la tuvo BMW con la X6 hace doce años, y desde entonces el concepto parece permear otros segmentos. Puede que a algunos les parezca extraño eso de tener un modelo familiar con un diseño que privilegia lo experiencial, pero, la verdad, es que ese tipo de propuestas cada vez ganan más seguidores entre las familias contemporáneas.
A mediados de 2018 se presentó al mundo la segunda generación del Audi Q3, que entonces era la camioneta familiar más longeva del portafolio de la marca y su relevo llegó a Colombia oficialmente en octubre del año pasado. La gran expectativa que generó dicho arribo, por ser uno de los modelos más importantes para la marca, hizo que justo hace un par de meses y en plena pandemia, la marca anunciara la llegada de la versión cupé de este modelo. Se trata de la variante denominada Sportback, que llega a nuestro mercado para dar la batalla a camionetas compactas como BMW X2, Mercedes-Benz GLC Coupe o Volvo XC40.
La versión Sportback no es exclusiva del Q3; de hecho, en nuestro mercado también se ofrece para otros modelos Audi, como el A3, A7 y S3; sin embargo, si es la primera vez que se ofrece para una camioneta de naturaleza familiar. Digamos que, en esencia, el nuevo Audi Q3 Sportback ofrece lo mejor del universo SUV, lo combina con un atractivo formato cupé y lo adereza con un paquete mecánico competente y rendidor.
Audi Q3 Sportback: diseño y dimensiones
El nuevo Sportback llega a Colombia en versiones 35 Ambition Plus y 40 Sport, las cuales comparten el componente estructural del Q3 estándar, al estar desarrolladas sobre la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen. En el frontal, este SUV cupé se caracteriza por adoptar la típica parrilla “Singleframe”, de diseño octogonal y apariencia tridimensional, la cual se complementa con falsas entradas de aire en los extremos. Hay sutiles diferencias estéticas de acuerdo con la versión; por ejemplo, en el Sportback 35 Ambition Plus el marco de la parrilla es de tono plateado y los rines de 19” son de cinco radios, mientras que en la versión Sport se recurre a apliques negros para ofrecer una imagen más deportiva.
La vista lateral del Q3 Sportback hace evidente que este modelo es prácticamente una copia de su hermano 100% SUV, por lo menos hasta el paral central; así mismo, se advierte que también apropia ese ADN heredado del Audi Q8, con una línea de cintura alta, pasos de rueda amplios y líneas más angulosas que configuran un conjunto muy impactante, que es justo lo que se busca. De serie, hay faros LED en ambos extremos, con intermitente dinámico en las unidades traseras, solo que en la versión tope de gama se añaden lavafaros y asistente de luces de carretera.
La gran diferencia estética con respecto al Q3 es el diseño de la parte posterior, pues en el Sportback se presenta un corte de tipo cupé y ello hace que el vidrio posterior quede muy inclinado, sacrificando algo de habitabilidad y visibilidad posterior, pero se gana protagonismo en el camino. En general, la vista del conjunto posterior luce más robusta y remata en un conveniente alerón que favorece su pinta atlética. Acá también se destaca que el acceso a la puerta del baúl es eléctrico y cuenta con un sensor que se activa con el pie.
En cuanto a dimensiones, el Sportback resulta 15 milímetros más largo (4.500 mm), seis milímetros más angosto (1.840 mm) y 10 milímetros más bajo (tiene 1.567 mm de altura) que el Q3 tradicional, lo que maximiza su silueta deportiva. Así mismo, conserva la misma distancia entre ejes (2.680 mm) y ofrece una capacidad de carga en el baúl que parte en 530 litros y se puede ampliar hasta los 1.400 litros.
Audi Q3 Sportback: interior y equipamiento
Como ya es costumbre en la oferta de la marca alemana, el habitáculo del Q3 Sportback tiene el encanto del refinamiento simple y la practicidad. Sobresale el buen gusto en la elección de materiales, acabados y texturas; en el caso de la unidad probada, 35 Ambition Plus ($148.900.000), los tonos grises de las planchas y cubiertas plásticas alternan con elegantes apliques plateados y se complementan con el suave tacto de los tapizados en Alcántara, mientras se genera contraste y luminosidad por la cobertura clara del techo y los parales.
Las sillas delanteras tienen diseño y ajuste deportivo, de muy buena sujeción, hay espacio de sobra incluso para personas muy altas, pero desilusiona que no haya reglaje eléctrico integral, por lo menos en la silla del conductor. Por otra parte, el sacrificio en altura para los ocupantes posteriores que genera el diseño cupé luce menos dramático dentro de la cabina que desde fuera; en dichas plazas se pueden acomodar tres adultos de talla promedio sin problema, pues los asientos son abatibles en proporción 40/20/40, se pueden desplazar 13 cm longitudinalmente y los espaldares ofrecen siete posiciones, lo que favorece mucho el bienestar, sobre todo en viajes largos. El único reproche es que el túnel de la transmisión es muy pronunciado y el extremo posterior de la consola delantera comprometen la comodidad del quinto ocupante.
Por su parte, la ergonomía para el conductor no tiene reproche y la visibilidad posterior queda algo condicionada desde el retrovisor central, pero el puesto del conductor se favorece porque los controles están orientados hacia el usuario y la consola central delantera es relativamente alta, con ello el control de cambios queda muy al alcance del conductor; incluso las viseras que enmarcan el cuadro de instrumentos digital de 10,2” facilitan las lecturas aún en días muy soleados.
Entre el equipamiento a bordo de este SUV de tipo cupé hay un amplio listado de recursos, como A/A automático bizona, levas de cambio en el volante, iluminación ambiental multicolor, acceso y encendido sin llave, asistente de parqueo Plus, sensores de parqueo en ambos extremos, cámara de reversa con muy buena definición, freno de parqueo eléctrico, sunroof eléctrico, limitador de velocidad programable (ojo, no es control crucero), sensores de luz y de lluvia, así como sistema de multimedia MMI Plus con pantalla táctil de 8,8” de alta definición, con comandos de voz, Bluetooth y compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto.
Audi Q3 Sportback: tren motor, seguridad y asistencias
El Audi Q3 Sportback en su versión 35 TFSI Ambition Plus se anima por la competente gestión de un motor cuatro cilindros turbocargado de 1.395 cc y 16 válvulas, que genera 150 caballos de potencia y 250 Nm de torque, poderío que se entrega al eje delantero por medio de una transmisión S Tronic de doble embrague y seis velocidades. Para garantizar una adecuada eficiencia del sistema turboalimentado, en esta camioneta se recomienda el uso de gasolina Extra (aunque no es impositivo), que se almacena en un tanque de combustible con capacidad para 15,3 galones. Por su parte, la versión Sportback 40 TFSI Sport acoge un propulsor dos litros, también turbocargado, que genera 180 caballos de potencia y 320 Nm de torque; en ese caso el complemento es una transmisión S-tronic de siete marchas y se complementa con la reconocida tracción Quattro.
En cuanto a seguridad, los recursos se ajustan a la buena oferta que acostumbra la marca, por lo que incluye seis airbags, frenos con ABS, distribución electrónica de frenado, controles de estabilidad y de tracción, sensor de presión de llantas, asistencia en arrancada con control de descenso asistido y Sistema Audi Pre-Sense, que toma medidas preventivas y de protección en caso de detectar una colisión inminente. Sin embargo, algo que debería considerar la marca en las ofertas locales del Q3 Sporback es dotarlo con más sistemas avanzados de asistencia al conductor, como la alerta de colisión frontal o el asistente de mantenimiento de carril.
Audi Q3 Sportback: manejo y desempeño
Con un peso según ficha de 1.605 kilos, el Audi Q3 Sportback 35 ofrece una relación peso/potencia de 10,7 kilos por cada caballo, un dato que no le hace justicia a su estampa deportiva; en ese cometido, los que sí aportan son la progresiva gestión de su dirección (con asistencia electrónica) y la conveniente inclusión de las levas en el volante. En todo caso, el compromiso de este SUV/cupé es adecuado para su condición de vehículo familiar, con una entrega consistente y responsable cuando se le exige.
Las buenas maneras del Sportback en la vía lo orientan como un vehículo ágil, de circulación relajada, cómoda y segura, tanto en la ciudad como en carretera. Lo anterior es coherente con sus prestaciones, al prometer acelerar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, aunque en nuestras pruebas no logramos hacer un registro inferior a 10 segundos. Si se quiere una cuota de poderío y desempeño más racing, lo ideal es la versión 40 Sport, que ofrece una relación peso/potencia de 9,42 kilos por caballo y en ese caso, por ejemplo, se logra hacer el 0 - 100 km/n en 7,8 segundos.
Un detalle sobre el desempeño de esta camioneta es que se percibe el lag del turbo al acelerar, pero no es algo que incomode, basta con acostumbrarse y dejar que progresen las marchas, que resultan un tanto espaciadas. Si se quiere sacar mejor provecho del conjunto, lo ideal es recurrir al Audi Drive Selector y sus cinco modos de manejo; precisamente, es la opción Dynamic la que ofrece una gestión más alegre y permite que la aguja del tacómetro se mantenga por encima de las 2.500 revoluciones, optimizando la entrega de poderío en los recortes de marcha. Otra particularidad de este SUV/cupé es que incluye un modo Off Road, aunque su tracción sea delantera, pero aquí se favorece el torque para ofrecer una conducción más segura y controlada.
Uno de los aspectos que más nos gustó de esta camioneta es que ofrece una estructura muy sólida y estable, favorecida por sus dimensiones y la amplia trocha (1,55 metros), ello contribuye con su buen desempeño al tomar las curvas; en esas circunstancias, el buen apoyo del esquema de suspensión (Mc Pherson, adelante y multilink atrás) se traduce en comodidad y pocos bamboleos al interior de la cabina. Los frenos no tienen reproche, salvo que es preciso acostumbrarse al tacto de los mismos.
En su configuración de manejo estándar, esta camioneta resulta muy decente de consumo y quizás eso justifica que no haya un modo Eco en su programa de manejo, como sí lo hay en la versión 40 Sport; en nuestra prueba logramos obtener un registro de 47,5 km/galón.
Para el Audi Q3 Sportback la pinta es lo demás, pues su particular “cruce” entre SUV y cupé en realidad es como un imán para llamar la atención, siempre habrá alguien que se quede mirándolo y eso resulta congruente con lo que busca el público al que va dirigido; en todo caso, además saca provecho de su faceta familiar cuando se requiere y obtiene buenas notas en aspectos como comodidad, agilidad y tecnología.
Audi Q3 Sportback - prueba de manejo