San Pedro de Atacama, Calama y su desértica pero erosionada geografía fue el escenario escogido por Audi para presentar al mundo al Q8, su más reciente utilitario deportivo. Y como no, puesto que los colores y las formas de nuestro desierto hacen de perfecto contraste con la agresiva y geométrica arquitectura que viste a este todoterreno deportivo. DebutÓ en Detroit el 2017 y con una segunda iteración -apellidada Sport- en Ginebra, el proyecto Q8 ya comenzaba a tomar forma como un modelo que se considerara, el tope de gama en la familia Q de Audi. El Q8, no solo es ambicioso por su propuesta pasional, sino por el factor diferenciador que utiliza ante sus rivales y compañeros de plataforma, la alta tecnología. Y finalmente, algo que muchos de ustedes ya notarán: hay cambios importantes en diseño, tanto en el interior como en el exterior, lo que habla de que Audi está tomando nota y quiere revolver un poco su lenguaje de diseño.
El Q8 se emplaza sobre la plataforma MLB que le da vida al Q7, el SUV familiar de Audi, pero también a otros modelos del grupo, incluyendo al Volkswagen Touareg, el excelente Porsche Cayenne, el Bentley Bentayga y el bestial Lamborghini Urus. Usando este esquema, Audi persigue que el Q8 se pueda insertar como un rival conceptual del BMW X6 y del Mercedes Benz GLE Coupé, pero también de otros modelos con prestaciones más deportivas (como el Jaguar F-Pace) y, aun así, no perder lo práctico. ¿Lo logra? ¿Tiene lo que se necesita para ser realmente deportivo y utilitario a la vez? Afortunadamente pudimos echarle mano en diversas condiciones de ruta y conocerlo antes de que debute en el mercado.
Diseño y dimensiones
Con 4986 mm de largo, 1995 mm de ancho, 1705 mm de alto, hasta 254 mm de despeje y 3 metros entre ejes, no podemos decir que el Q8 es un auto pequeño. De hecho, apenas es 66 mm más corto que el Q7. Es marginalmente más grande que un BMW X6, pero después de subirnos sentimos que el espacio está mejor aprovechado. Con 605 litros de capacidad en el baúl también supera al X6 en 25 litros.
De proporciones, en las fotos se ve enorme, pero la verdad se percibe algo más pequeño y liviano (guardando las proporciones), que sus rivales. En esto ayuda mucho el diseño sólido, con muchos pliegues planos y líneas sólidas que le otorgan firmeza y limpieza, en lugar de formas muy curvas y orgánicas pero que también hacen ver más pesado al auto. En frente, la nueva parrilla Singleframe, mucho más prominente, de forma octogonal y de silueta ancha se hace protagonista y domina la cara del modelo, siempre que pida la parrilla en un color contrastante. En nuestra unidad, de color blanco, el marco usaba el mismo color, por lo que perdía un poco de fuerza. Los faros en forma de L logran solucionar un poco esta tendencia en algunos SUV (liderada por Citroën e imitada por Hyundai y Jeep), donde los proyectores principales quedan abajo de las luces LED de uso diurno. Aquí se configura lo mismo, pero en una sola pieza, claramente con uso de matriz LED inteligente o Laser, segun opción. Flanqueando la parrilla, abajo, hay dos grandes tomas de aire, que en los modelos diésel son solamente estéticas, mientras que en el modelo con motor a gasolina ocultan un par de radiadores extra.
Marc Liche, diseñador en jefe de Audi, se inspiró en el Audi quattro original para dotar al Q8 de algunos rasgos deportivos. A primera vista, los pasos de rueda suavemente curvados y desplegados, así como el pilar C, de diseño trapezoidal, nos llevan un poco al mítico coupé de rally. La caída del techo es más pronunciada en la luneta trasera que en el techo, lo que resuelve un poco los defectos del X6 en tener poco espacio para la cabeza atrás. Aun así, Audi logra un coeficiente aerodinámico de 0.34 cd, lo que no es para nada malo. Finalmente, atrás, ópticos nuevos en carcasas tridimensionales y un listón negro que une a ambas piezas, completa un look moderno y refrescante. Ah, y como novedad, el Q8 lleva puertas sin marco, otro detalle singular.
Interior
Afortunadamente para nosotros, el mismísimo Mauricio Monteiro Dos Santos, Diseñador en Jefe de Interior para Audi y el proyecto Q8, estuvo con nosotros, donde nos recalcaba que es muy importante buscar que el interior se corresponda con el exterior. Y así lo vemos, en especial con esta disposición completamente horizontal que marca mucho el ancho del auto, tal como el listón negro en la parte trasera. Una gran consola en piano black ayuda a ocultar una de las dos pantallas del sistema MMi, con 10.1 pulgadas, mientras que la segunda, de 8.6 se encuentra más abajo, imitando un poco la idea que ya vimos en el Range Rover Velar. También h.ay una tercera pantalla y que conocemos bastante bien, del Audi Virtual Cockpit, con todos los instrumentos de conducción, como siempre muy personalizables y legibles a nuestro gusto.
Nos gusta mucho como Audi se ha logrado reinventar en el interior, respetando esta vibra de "lujo moderno" con muchos colores monocromaticos y texturas sobrias, como aluminio texturado o maderas grises opacas, así como bordes metalizados y costuras visibles en todo lo que lleva cuero. Si nota algún parecido con el A8, es porque la mayor inspiración para este interior fue dicho modelo, incluyendo las dobles pantallas y mucho de su nutrido equipamiento, pero claramente, adecuado a un todoterreno.
Las plazas traseras son desplazables y reclinables, además de que cuentan con comandos propios para la climatización y airbags laterales propios.
El sistema de audio corre por cuenta de Bang & Olufsen, con una selección de parlantes que vienen dentro de las puertas, lo que mejora notablemente la fidelidad y proyección.
MMI
Hemos dicho en otras ocasiones que tanta pantalla distrae, pero lo que ayuda mucho en este Q8, es que la interfaz es oscura e imita controles más minimalistas y lógicos de usar, en lugar de un wallpaper tipo PC con botones. Lo segundo, es que estas pantallas cuentan con feedback háptico y acústico, lo que ayuda a "imitar" la sensación de que estamos tocando un botón (como el botón del iPhone 7). Y finalmente, la usabilidad del sistema, en algunos casos se asemeja a la de nuestros propios dispositivos, por lo que todo se facilita aún más.
La pantalla superior nos muestra la cámara de reversa, el audio, las conexiones, configuraciones y reglajes varios. La inferior es para el climatizador y para ofrecer algunos accesos directos a funciones como el control de descenso, desactivar el modo Start&Stop, activa el Head-Up display y otros. Los únicos botones físicos son el del encendido, el del Park Assist, la perilla del volumen y un practico botón de acceso directo a todas las asistencias del auto, muy conveniente.
Claro que lo más importante es que puede personalizar los iconos del sistema multimedia y de los accesos directos según su conveniencia. Y ya que hablamos de accesos directos, puede arrastrar direcciones, teléfonos, lugares frecuentes, listas de música, álbumes o canciones a una barra de acceso directo secundaria en la pantalla inferior. El sistema GPS es inteligente y mejorará sus sugerencias de ruta según las vías que más frecuente. Luego, puede manejar todo mediante comandos por voz, los cuales se podrán ir actualizando vía internet (tiene una entrada para tarjeta SIM, soporta red LTE). De hecho, lo más notable es que no necesita hablarle como robot al Q8. Solo le basta decir, por ejemplo, "tengo frio" para que el Audi le sugiera elevar la temperatura del habitáculo, sea con su climatizador de cuatro zonas, con el calefactor de volante o con los asientos climatizados (que también son eléctricos y tienen muy buenos masajes).
Para completar, la pantalla inferior reconoce escritura, por lo que puedes escribir un nombre con tu dedo y el sistema lo descifrará. Escribimos lo más mal que pudimos y aun así, el Q8 logró identificar lo que escribimos. ¿La cereza? Una app (myAudi app) para iPhone o Android que hace de llave inteligente donde puedes encender el auto, almacenar tus preferencias de asiento, temperatura, accesos directos, navegación y hasta 400 parámetros.
Motor
Audi señaló que el Q8 dispone de un motor V6 3.0 TDi de 286 Hp y 600 Nm, al cual se sumarian dos propulsores más, un diésel de menor especificación y un motor a gasolina TFSI. Este último, es un sofisticado V6 de 3 litros, como el diésel, pero con 335 Hp y 500 Nm de torque. Precisamente este motor fue el protagonista de nuestra prueba, asociado a una caja Tiptronic de 8 velocidades, sistema quattro de tracción integral, 7 modos de manejo, suspensión neumática regulable y dirección a las cuatro ruedas.
Todos los motores están asociados a un sistema MHEV (semi-híbrido) de 48v, el que permite tener funciones de Start&Stop más avanzadas. Incluso puede apagar el motor por 40 segundos cuando sueltas el acelerador para ir con la inercia. El encendido, ni se nota. Este sistema también es el que alimenta a la dirección trasera, mejorando el radio de giro en baja velocidad (esencial en un SUV de 5 metros de largo) y mejorando la estabilidad lateral a mayor velocidad (especialmente si consideramos su peso de 2.1 toneladas, aun con muchísimo uso de aluminio).
Manejo
Con grandes llantas, el Q8 se defendió muy bien en la larga y variada ruta que realizamos desde San Pedro de Atacama -norte de Chile- hasta Machuca. Luego tomamos el desvío que nos lleva a la Cuesta de Chita, donde alcanzamos los 4500 metros de altura. Siguiendo esa ruta, terminamos en una serpenteante ruta de asfalto hacia un sector con largas rectas que bordea el Rio Loa y que acompaña un gasoducto, hacia el parque eólico que se encuentra en la Ruta 23, la cual une Calama con San Pedro de Atacama y que fue finalmente la vía por la que regresamos. Mucha tierra y algunas zonas con nieve fueron la tónica, aparte claramente de los variados paisajes que nos ofreció nuestra zona norte en pleno invierno.
El Q8 es un auto de carretera y rápidamente nos lo hizo notar con algo de aspereza en el modo confort. Nos bastó llevarlo en modo Allroad para que la suspensión se elevara y cambiara drásticamente su suavidad, con mayor actuación del control de tracción en curvas para poder tener más grip. El modo Dynamic solo lo ocupamos ya hacia el final de la ruta, donde ayudó bastante a capear las pronunciadas zanjas y curvas ciegas de la autopista. El motor se percibe suficiente, si bien es muy progresivo, aunque quizás también la altura le afecta un poco. Con la caja de 8 velocidades no es difícil acomodarlo donde más a gusto se siente. A la nieve, aunque sea un Audi, mejor no llevarlo con los neumáticos que lleva de fábrica, algo que pudimos constatar con uno de los autos de la caravana. De todas maneras, después el Q8 hizo gala de sus aptitudes, ayudando a desatorar a una camioneta Ram 1500 de Carabineros de Chile, justo antes de llegar a los 4500 metros de altura, gracias a un banco de nieve que cayó sobre la carretera. Carabineros nos llevó por un camino alternativo, que nos sirvió para conocer el auto en terrenos más ásperos. Con la tierra y el barro seco no hubo problemas, al igual que con los montículos y pendientes, la camioneta lo hizo todo sola y logramos sortear el camino obstruido para seguir en nuestra prueba de manejo.
Cualidades clásicas de Audi, siguen presentes, un andar como de "montaña rusa", muy enrielado y una dirección muy progresiva que le ayuda a morder muy bien las curvas. El auto en si es bastante aislado y eso es porque también cuenta con un sistema de chasis electrónico y que contrarresta vibraciones. Lo mismo para los parabrisas con tratamiento acústico y algunas aplicaciones aislantes. Solo se siente uno que otro ruido de rodaje y aerodinámico. Si quiere sentirlo, el modo Dynamic con la caja en modo Sport ayudan a conectarlo más con su manejo. Al lado de otros modelos, como puede ser un X6 o incluso, un Range Rover Velar, hay cierta sensación de ligereza, algo que hemos sentido otras veces en modelos de la línea S y RS de Audi, lo que se traduce en un manejo bastante agradable y sencillo.
En carretera, sus más de 30 radares y sensores lo mantienen muy seguro. Cámaras en 360 grados, visión nocturna, asistente de estacionamiento, control crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, radar de punto ciego y más, son parte de esta suite de asistencias, que como mencionamos, puedes desactivar a su gusto según la situación.
Ya cerrando la ruta, logramos subirnos a un modelo Diésel, el cual ni se escucha desde el interior y donde los 100 Nm de torque si se sienten en cada maniobra, como si fuese una pequeña reserva de potencia.
Conclusión
Si esta es la tónica de cómo se vienen los futuros Audi, vemos que la esencia no cambia mucho, pero si se atienden elementos claves que estaban en deuda, en especial el diseño y la calidad percibida, más rica en texturas, pero sin sacrificar la identidad moderna de la marca. El Q8 logra el punto exacto entre un diseño más agresivo y pasional, sin perder confort o lo práctico. La tecnología es clave, pero en lugar de ser confusa o inútil, aquí todo es bastante lógico y sencillo de operar (después de unos minutos de aprendizaje). Todo lo va a usar y hay cosas que no tienen porque ser exactamente evidentes (como la dirección a las cuatro ruedas) pero sabrá que el vehículo lo esta ayudando.
Será un excelente SUV para quienes busquen mayor performance y un estilo audaz, sin sacrificar lo práctico, en lugar de tener que transar por un SUV de alto volumen o uno de diseño y menor usabilidad. A pesar de que no tiene una personalidad dinámica muy marcada (más que el clásico tipo de manejo Audi), lo compensa con mucha personalidad en su diseño y la excelente implementación de todos sus recursos electrónicos.
Construido en Bratislava, Eslovaquia, el nuevo Audi Q8 hará su debut en Alemania y otros países europeos en el tercer trimestre del año, contemplando un precio base cercano a los USD $88.500. A Colombia podría llegar como sorpresa para el Salón del Automóvil de Bogotá 2018 o en definitiva hacer su entrada triunfal en 2019.