
La Asociación Nacional de Concesionarios de Automotores (Aconauto) manifestó su preocupación por la aparente falta de coherencia del actual gobierno, que se evidencia en la reciente publicación del proyecto de reforma tributaria. Según el gremio, esta iniciativa no solo desconoce la crisis fiscal que atraviesa el país (debido al bajo recaudo en los últimos tres años, la corrupción en diversas entidades y la escasa ejecución presupuestal en proyectos productivos), sino que también amenaza con frenar el consumo de los hogares y la inversión empresarial.
El proyecto contempla la imposición o incremento del IVA a bienes, servicios y actividades esenciales para el funcionamiento del país, lo que, en opinión de Aconauto, representa un golpe directo a la clase media y al aparato productivo. Entre los puntos más polémicos están los gravámenes a los combustibles, medida que desconoce la realidad de millones de familias y microempresas nacionales que dependen de sus vehículos para obtener ingresos y generar valor agregado ya sujeto a tributación.
De igual forma, el gremio señala como contradictoria la intención de elevar los impuestos a los vehículos eléctricos e híbridos, pues esta decisión va en contravía de los programas gubernamentales de protección ambiental y transición energética. Aconauto advierte, desde un punto de vista económico básico, que encarecer estos productos reducirá su demanda y ralentizará la renovación del parque automotor, un objetivo que el país requiere con urgencia.
Asimismo, cuestionan que el gobierno celebre cifras de reducción del desempleo, cuando buena parte de este indicador corresponde al aumento del empleo informal, caracterizado por la falta de aportes a salud y pensión, y por condiciones de explotación laboral. En este contexto, una reforma tributaria como la planteada empujaría a miles de personas a la informalidad.
Frente a ese panorama, los agremiados en Aconauto hacen un llamado al Congreso de la República para que no permita que la reforma se convierta en ley y, con ello, se frene el desarrollo económico del país.
Como alternativa, el gremio propone que las necesidades tributarias de Colombia se atiendan mediante una estrategia de desgravación al sector automotor, basada en tres ejes: aumentar el volumen de vehículos vendidos para incrementar de manera inmediata el recaudo; destinar esos mayores ingresos al financiamiento de proyectos ambientales enfocados en la renovación del parque automotor hacia tecnologías modernas; y fomentar la inversión pública y privada en el fortalecimiento de la infraestructura de energía para la carga de vehículos electrificados.