
Definitivamente, una de las razones por las que los entusiastas aman a Porsche es por ser una marca de experiencias reales; de hecho, el fabricante tiene una unidad de negocio dedicada a ese rubro, que incluye múltiples posibilidades para los interesados.
El pináculo de esta estrategia implica la adecuación y gestión de los diez Porsche Experience Center dispersos alrededor del mundo (Hockenheim, Leipzig, Franciacorta, Le Mans, Silverstone, Shanghái, Tokio, Los Angeles, Atlanta, Toronto y próximamente Singapur, en 2027). En cada uno de ellos están dispuestos todos los recursos técnicos, humanos y la infraestructura necesaria para que los participantes lleven sus habilidades al siguiente nivel y aprendan a sacar el mejor provecho de los autos de la marca germana.
En ese universo de posibilidades también hay propuestas más especializadas, como el Porsche Track Experience, que se orienta a afinar las habilidades de conducción del participante para que logre competir en circuitos profesionales; en todo caso, también hay programas más relajados y atractivos para el entusiasta convencional, como los Porsche Driving Experience “satélites” que se adelantan eventualmente en diferentes países (y en los que hemos participado en varias ocasiones), en los que se convoca a los usuarios para hacer una “rodada” conjunta que exalte tanto la pasión por el manejo como lo mejor de la mecánica de los modelos Porsche.
Ciertamente, con ese espíritu de disfrutar a plenitud el universo Porsche, Autoelite, representante local de la marca alemana en Colombia, recientemente organizó una jornada de manejo para periodistas del sector, la cual implicó un recorrido de ida y vuelta entre Bogotá y el municipio de Villeta, en Cundinamarca.
El objetivo principal de esa experiencia de manejo era que los invitados tuviésemos la oportunidad de conducir algunos de los modelos mas recientemente presentados por la marca en el mercado nacional. En este caso, los cuatro modelos a disposición fueron: Porsche Taycan 4S, Porsche Macan T, Porsche Macan Eléctrico y Porsche Cayenne S E-Hybrid Coupe.
Por cuestión de tiempo y para aprovechar la experiencia, decidimos no manejar los cuatro modelos y concentrarnos en aprovechar el tiempo de conducción con los dos Macan y con el Taycan.
Porsche Macan T: un familiar con temperamento deportivo
En nuestra experiencia con Porsche decidimos iniciar con uno de nuestros modelos favoritos: el Macan, un SUV que se nos antoja ideal para condiciones como las de Colombia, porque tiene dimensiones más contenidas que la de un Cayenne (con lo que gana en movilidad urbana) y permite compartir en familia toda la esencia de poderío y refinamiento de la marca.
Iniciamos al volante del Porsche Macan T, primer vehículo deportivo de cuatro puertas del fabricante en incorporar esta denominación especial, que estaba reservada para los 911 y 718. Desde la década de 1960, la letra “T” (que procede de la palabra “Touring”) identifica a los automóviles que ofrecen una experiencia de conducción verdaderamente especial, gracias a la precisión de su puesta a punto, a su equipamiento exclusivo y al uso de motores muy eficientes.
Estéticamente, este Macan se distingue por incorporar detalles pintados en gris Ágata metalizado en diferentes áreas; se trata de un tono de contraste que resalta en componentes clave, como la moldura delantera, los retrovisores exteriores, los estribos y las molduras laterales, el alerón del techo y los logotipos posteriores. Completan el conjunto unos llamativos rines de 20 pulgadas.
En la cabina, también se exalta la deportividad, con recursos como las butacas delanteras, que literalmente abrazan el cuerpo; estas plazas tienen calefacción y reglaje eléctrico de ocho posiciones, además están tapizadas con un suave cuero negro. Las secciones centrales se decoran en Sport-Tex con visos plateados y el escudo Porsche aparece repujado en los apoyacabezas.
El Macan T se anima con un ligero bloque dos litros turbo que entrega 261 hp y 400 Nm de torque; la transmisión es automática de doble embrague y de siete marchas (PDK). A diferencia de sus hermanos mayores (Macan S y Macan GTS), que se impulsan con un V6 biturbo de 2,9 litros, el peso del eje delantero del T es inferior casi en 60 kilos, lo que favorece su aceleración y le brinda gran agilidad para inscribirse en las curvas.
Este modelo es perfecto para quien gusta del sabor de un deportivo, pero quiere compartir con su familia esa experiencia y sin correr ningún riesgo. Puede que el S y el GTS tengan mejores registros, pero el T no desentona: acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y la aguja del velocímetro levanta hasta los 232 km/h; obviamente, lo que no se puede corroborar en la vía Bogotá – Villeta.
La quirúrgica gestión entre marchas y la asistencia del sistema de tracción integral Porsche Traction Management siempre te mantienen muy bien plantado; además, el Macan T es el único modelo de la marca que lleva de serie una suspensión de resortes helicoidales con amortiguación Porsche Active Suspension Management (PASM), la cual se complementa con una puesta a punto optimizada con una carrocería que reduce su distancia al suelo en 15 milímetros.
El Macan T es divertido de conducir, tiene gran capacidad de respuesta, ofrece una increíble gestión de la dirección y es un gusto oír (y casi que percibir en el volante) cómo suena y se acciona su tren motriz, al mejor estilo de una orquesta sinfónica, pues interpreta con precisión las demandas del pedal para alternar la marcha indicada y brindar un comportamiento más que eficaz.
Porsche Macan 4: “E-ntusiasmo y V-italidad”
Con las pulsaciones aún marcadas por el buen tramo de curva que sorteamos con el Macan T, tomamos el segundo turno de la prueba a bordo del Porsche Macan 4 eléctrico, que inició su camino comercial en el país en noviembre de 2024. Acá es bueno decir que, al igual que sucede en las familias humanas, estos “hermanos” (el T y el 4) son parecidos en estética, pero hay sutilezas que marcan la diferencia; por ejemplo, las lámparas de la versión EV se parecen más a las del Taycan que a las de otros Macan, también están las tomas de aire en los costados del frontal, que lucen extrañamente grandes para un modelo eléctrico.
Las superficies son limpias, redondeadas y apenas hay unas líneas de carácter más angulosas sobre el capó. En la zaga se replica el diseño del Cayenne: faros unidos por una barra oscurecida, que le otorga una impronta ancha y musculosa. El diseño del Macan eléctrico busca mantener la estética característica de los SUV de Porsche, pero privilegiando el trabajo aerodinámico y la baja resistencia al aire, con ello consigue un extraordinario coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,25.
El Macan 100% eléctrico utiliza la nueva plataforma dedicada PPE (Premium Platform Electric), la cual comparte con el Audi Q6 e-tron y que se destaca por el uso masivo de aluminio y aceros de ultra-alta resistencia para reducir el peso y aumentar la rigidez. Aunque a simple vista no lo parece, la versión eléctrica es más grande con respecto al modelo a combustión, el nuevo Macan EV resulta 58 milímetros más largo, 76 mm más ancho, 224 mm más alto y tiene 86 mm más de distancia entre ejes.
En el interior, el Macan EV replica el diseño de las últimas actualizaciones que presentó la marca (Taycan, Panamera o Cayenne), con una consola central limpia, de disposición horizontal, con mucho espacio de almacenamiento (el baúl del EV ofrece 540 litros, que son 82 litros más que en los Macan a combustión) y con un trío de pantallas sobre el tablero: el panel de instrumentos en formato curvo de 12,6”, la del sistema multimedia de 10,9” y una tercera, opcional, para el acompañante, de 10,9”.
Esta configuración se complementa con un sistema de Head-Up Display con realidad aumentada, el volante de radios finos, el selector de modos de manejo circular y la simpática palanquita selectora de marchas, que se ubica a la derecha del volante.
En el portafolio de la marca, el Macan 4 que tuvimos la posibilidad de conducir se ubica un peldaño arriba del Macan de entrada y justo debajo del 4S. Para animar este vehículo se recurre a dos motores eléctricos, uno en cada eje, que entregan hasta 408 hp de potencia y 650 Nm de torque. Todas las versiones del Macan eléctrico recurren a una batería de 100 kWh de capacidad (95 efectivos) que trabaja sobre una arquitectura eléctrica de 800 voltios, la cual tiene una actualización con respecto a la que usa el Taycan.
En cuanto al desempeño, si bien hay un clara sensación de manejo de auto deportivo, como la de su hermano Macan T, la contundencia de la entrega de poderío lo acerca más al Taycan; de hecho, al igual que el sedán a baterías, se percibe cómo el bajo centro de gravedad lo favorece para acometer las curvas con mucha propiedad, casi que uno olvida que conduce un SUV.
En todo caso, el Macan 4 se siente algo más pesado que su hermano a combustión y por ello sorprende la brutal aceleración que entrega. Al igual que el resto de la familia, también destaca por la enorme capacidad de frenado, lo hace con total suficiencia y estabilidad.
Por otro lado, parece que la rapidez y precisión de la dirección también la heredo de sus hermanos a combustión; finalmente, el nuevo chasis lo favorece para evitar los balanceos y cabeceos innecesarios, por lo que siempre se percibe que la cabina permanece plana y ello favorece que mantenga la trayectoria con facilidad, incluso cuando se abusa del acelerador en las curvas; eso resulta muy favorable para los pasajeros que viajan en las plazas traseras.
Porsche Taycan 4S: un gusto a la cuarta potencia
No era la primera vez que teníamos el placer de conducir un Taycan, pues tuvimos la fortuna de hacerlo cuando Autoelite introdujo por primera vez este modelo al país, en septiembre de 2021; entonces, nos invitaron a una “rodada” Bogotá-Paipa-Bogotá; solo que en esa ocasión, el turno de manejo fue mucho más corto que en esta oportunidad.
Recordemos que el primer modelo 100% eléctrico de la marca teutona tuvo hace poco su actualización de mitad de vida, que llegó al país en agosto de 2024 y trajo interesantes novedades a la gama; por ello decíamos en su momento que “la receta mejoró lo que parecía inmejorable”. De ahí nuestro interés por corroborar en la prueba de manejo lo que nos informó entonces el fabricante.
Digamos que ahora el Porsche Taycan presenta una evolución refinada de su diseño claro y purista. Aunque los cambios visuales son discretos, destacan principalmente en la firma lumínica de las luces diurnas y en el rediseño de las unidades ópticas traseras, donde resalta el nombre de la marca. Más allá de actualización estética, estos sutiles retoques de la carrocería suponen una reingeniería en términos aerodinámicos, para optimizar aún más el rendimiento del vehículo.
Si hay algo que nos encanta de Porsche es que, pese a ser una marca premium, es absolutamente empática; es decir, desde que la persona se instala a abordo, cada detalle, control o dispositivo, además de ergonómico y elegante, está concebido para “ser tocado”; así que para quienes somos kinéticos (privilegiamos el sentido del tacto), es un verdadero placer palpar las texturas, los acabados y la calidad de los materiales a bordo.
La cabina del Taycan es amplia, luminosa y tiene un centro de gravedad tan bajo como el de cualquier deportivo Porsche; aquí el refinamiento, la comodidad y la ergonomía prevalecen. Nos hubiese gustado interactuar más con el App Centre, pero el tiempo nos limitaba; en todo caso, destacamos que la interfaz del sistema de infoentretenimiento se optmiza con mejores animaciones y tiene menús más sencillos.
Recordemos que ahora todas las versiones del Taycan incorporan la última generación del Porsche Driver Experience, un concepto de instrumentalización que ofrece mejor visualización digital y mayor control, lo que permite un manejo más intuitivo.
En la ruta, corroboramos que aparte de favorecerse del bajo centro de gravedad, el Taycan cuenta con un reparto de torque vectorial, un ajuste de control de tracción y estabilidad que le permiten rotar de una manera impresionante, algo muy sobresaliente para un vehículo que pesa más de dos toneladas y mide 4.963 milímetros de largo.
El reto con este sedán eléctrico es acostumbrarse a la entrega de poder instantánea y brutal: los 695 Nm de torque que producen en conjunto los dos motores eléctricos del Taycan son los responsables de pegarte a la silla cuando apremias la marcha.
Algo destacable es que encontrar el límite de agarre mecánico es difícil, no imposible por su peso, pero realmente llega más lejos de lo que uno esperaría debido a sus características. Este modelo ahora también incluye de serie suspensión neumática adaptativa, con tecnología de amortiguadores de doble válvula y eso permite pegarlo aun más al suelo cuando se quiere aprovechar toda su aerodinámica. Los 3,7 segundos que le toma hacer el 0 a 100 km/h (con el launch control) evidencian los alcances de este modelo.
A modo de síntesis sobre su desempeño dinámico, en este sedán eléctrico destacan la progresión de velocidad, lo estable que se siente al tomar curvas comprometidas, la rápida respuesta de la dirección y la tremenda capacidad de frenado. Además, gracias al diseño de los guardabarros es fácil ubicarnos y saber con claridad por dónde se circula; en todo caso, recordemos que su limitada altura de despeje al piso nos obliga a estar muy pendientes al superar baches, rampas u obstáculos urbanos.
