Por lo general las personas que compran un carro Premium, más allá de la distinción y presumir de los atributos de diseño y tecnológicos de su vehículo en la calle, dejan sus autos en el garaje y estos quedan como inversiones que se van depreciando con el tiempo y a las que hay que invertirles una buena cantidad de dinero en mantenimiento.
Por primera vez, Autoélite, representante oficial de Porsche en Colombia, rompió el molde y llevó a periodistas para ver las bondades off-road de la Cayenne y el Macan.
La primera parada se hizo en el Sisga, Cundinamarca, sin mayores complicaciones –se pudo salir de Bogotá sin tanto problema, que ya es mucho decir., luego nos detuvimos en el histórico Puente de Boyáca, y ya en un terreno entre asfalto y algunas calles destapadas llegamos a Villa de Leyva, donde nos recibieron sus calles adoquinadas, que en mi caso – estaba en un Porsche Macan-, gracias a la suspensión de este vehículo parecía que seguíamos en carretera.
Sin embargo, estos dos primeros tramos, eran un calentamiento previo para lo que vendría después. Axel Riege, instructor oficial de Porsche nos guió hasta el municipio de Sáchica (Boyacá) – pasamos riachuelos y vías de terracería que pondría nervioso a cualquier dueño de un Porsche-, en donde la experiencia off-road se vivió al máximo con inclinaciones de 15° y 20°, además de observar el increíble paisaje de esta zona del país – un contraste entre desierto y zonas verdes con viveros-.
Fuimos subiendo la montaña según las indicaciones de Riege, aunque la verdad, tanto los Macan como las Cayenne, y sus ayudas tecnológicas, hicieron que los trayectos más difíciles se pudieran pasar con poco esfuerzo –la cuestión era mantener una velocidad constante y así conservar la inercia-.
Fueron alrededor de 20-30 minutos en esta subida en la que se pudo ver parte del Departamento de Boyacá en su esplendor.
Finalizamos el día con un refrigerio – y un buen café claro está-., y el hecho de vivir una experiencia irrepetible.
Esta clase de ejercicios nos dejan ver que Porsche sin perder su clase y estilo – es su esencia-, puede mostrar y sobre todo enseñar a quienes tengan vehículos de la marca, la manera de usarlos en cualquier territorio.
Porsche Macan y Cayenne no sólo sirven para ir a los centros comerciales o al norte a comer con la familia y amigos, son vehículos que pueden generar toda la adrenalina posible -inclusive más que la velocidad-, en cualquier clase de terreno.