
Algunos componentes defectuosos que pertenecen a diferentes modelos ya reciben una segunda vida. Se engloban en 20 grupos diferentes, entre los que se incluyen cajas de cambios, sistemas de navegación, motores de arranque y alternadores, por citar algunos. Todos ellos cumplen los mismos estándares de calidad y seguridad que un repuesto o pieza completamente nuevo.
Los concesionarios de todo el mundo solicitan específicamente componentes o repuestos defectuosos (para los que existe un proceso de reacondicionamiento), que se almacenan y administran en el centro de recambios en Sachsenheim, Alemania. Desde allí, las piezas se transfieren a plantas de refabricación especializadas, a menudo los fabricantes originales de los componentes, donde se limpian, desmontan y someten a pruebas exhaustivas. Aquellas que no sirven se reemplazan por otras nuevas, mientras las que son completamente funcionales se reutilizan. Después de un reensamblaje profesional, los componentes reacondicionados se someten a las mismas pruebas de calidad y seguridad que las piezas de repuesto recién producidas. Luego se ofrecen de nuevo a los concesionarios Porsche.
Actualmente, se han identificado nuevos grupos de componentes con un gran potencial, entre ellos, sistemas de iluminación, accionamientos eléctricos para alerones y otras unidades de control electrónico.
Basándose en los ejemplos de éxito hasta la fecha, Porsche busca integrar de lleno el reacondicionamiento de componentes en los procesos de desarrollo. El plan es integrar la capacidad de refabricación de manera permanente a mediano plazo. Además, las piezas obtenidas deben ponerse a disposición de los concesionarios en una fase aún más temprana del ciclo de vida del vehículo.