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Industria

Maserati podría quedar en manos de importante fabricante chino

El Grupo Stellantis estaría considerando vender la marca italiana al poderoso conglomerado Chery

Maserati podría quedar en manos de importante fabricante chino

Las cifras rojas o azules son siempre las que marcan la evolución o retraso de la industria automotriz. En el caso de la marca italiana Maserati, conviene señalar que vendió cerca de 26.000 autos el año pasado, que no parece nada mal. Sin embargo, en este 2024, las ventas van mucho más bajas, con apenas 6.500 unidades en el primer semestre. 

Este escenario es el que abre una vez más la posibilidad de cambiar de dueño para evitar la quiebra, en consecuencia, los rumores de una posible venta de Maserati al fabricante chino Chery se incrementan.  

Carlos Tavares, CEO del grupo Stellantis, afirmó en junio pasado que el futuro de Maserati estaba asegurado. Sin embargo, desde entonces no cesan los rumores de una eventual venta. Por su parte, Natalie Knight, directora financiera de Stellantis, indicó que el futuro de la divisa está ligado a cómo mantener el mayor valor y en ese sentido conviene que nos preguntemos cuál es la mejor opción para Maserati.  

Los últimos rumores que apuntan a un futuro lejos de Stellantis llegan desde las redes sociales chinas, según comparte el medio Inside China Auto. Un posteo informaba que el gobierno italiano habría aprobado la venta de Maserati a Chery Auto

En abril de este año hubo informes de una reunión entre el CEO de Chery, Yin Tongyue, y Adolfo Urso, Ministro de Desarrollo Económico del gobierno italiano. En ese momento, se aseguró que las conversaciones se referían a la venta de la antigua planta de Maserati en Grugliasco, que Chery podría utilizar para producir una gama de vehículos eléctricos, híbridos y de gasolina en suelo europeo, para así saltarse los mega-impuestos que aprobó la Comisión Europea al gigante de Oriente.

Cabe recordar que Chery también se quedó con la fábrica de Nissan en Barcelona, mientras que Maserati se convierte en un problema financiero para el Grupo Stellantis, pese a ser una de las marcas con mayor prestigio del consorcio.  

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