La Unión Europea aprobó el incremento de los aranceles que pagan los vehículos eléctricos fabricados en China y que se importan a Europa. Tras una votación realizada hace unos días, los nuevos impuestos se comenzarán a aplicar el próximo 31 de octubre, lo que da tiempo suficiente para seguir con las negociaciones y ver de qué forma se pueden reducir.
De los 27 países representados sólo 10 votaron a favor y 12 optaron por abstenerse, entre ellos España y Suecia, mientras que Alemania es el que más destaca entre los que votaron en contra.
A favor:
- Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Francia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Holanda y Polonia.
En contra:
- Alemania, Hungría, Malta, Eslovaquia y Eslovenia.
Abstenciones:
- Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, Chequia, Finlandia, Grecia, Luxemburgo, Portugal, Rumania, España y Suecia.
Alemania había confirmado estar totalmente en contra de esta decisión desde hace varios meses, pese a que es uno de los mayores productores de vehículos en Europa y el mercado más grande del Viejo Continente, con 2,8 millones de unidades vendidas en el 2023.
“La votación de hoy es un signo fatal para la industria automotriz europea. Lo que necesitamos ahora es un acuerdo rápido entre China y la UE para evitar un conflicto comercial que no beneficiará a nadie. Que Alemania haya votado en contra es una señal importante puede elevar las posibilidades de negociar un acuerdo”, afirma Oliver Zipse, CEO del Grupo BMW, una de las marcas europeas que fabrica algunos modelos eléctricos (iX3) en China y los exporta a Europa.
Por su parte, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comision Europea (brazo ejecutivo de la UE) afirmó que esta votación es simplemente una forma de defender el interés futuro de Europa en el plano de los vehículos eléctricos, donde pueden ser una potencia.
“Los fabricantes europeos y otras marcas de sectores relacionados realizan investigaciones y desarrollan su enorme potencial, así que siempre que encontremos indicios de que sus esfuerzos estén obstaculizados por distorsiones del mercado y competencia desleal, actuaremos con decisión”, aseguró Von der Leyen.
Todo este asunto se desató luego de que las autoridades europeas realizaran una investigación sobre los incentivos que el gobierno chino da a sus marcas automotrices y que les permite ir a otros países a vender autos a menores precios del promedio del mercado.
Durante esta investigación la UE solicitó a los fabricantes información sobre esos incentivos y la injerencia del gobierno en sus operaciones, los que cooperaron tendrán consideración en esta alza a los impuestos, algunos lograron quedar por debajo de 10%; sin embargo, otras firmas que no lo hicieron se enfrentan a aranceles que pueden llegar hasta 45%.
Se espera que en estas semanas se intensifiquen las negociaciones entre China y Europa para poder llegar a un acuerdo y bajar estas tasas.
