Si bien pasan los meses y la pandemia del coronavirus (aunque mucho menos letal) parece negarse a desaparecer, la industria automotriz continúa padeciendo un mal que tomó relevancia con la aparición masiva de la enfermedad: la falta de componentes.
Recientemente, se dio a conocer que uno de los nuevos afectados por la escasez de elementos es el Fiat Pulse, SUV recién llegado a Colombia hace apenas unas semanas. En concreto, Stellantis confirmó que está obligada a reducir la producción del modelo, que se realiza en la histórica fábrica de Betim, Brasil.
Desde el pasado 20 de junio, la mitad de los trabajadores de la planta (5.500) entró a vacaciones, por un lapso de diez días, en los que la fabricación se reorganizó considerando los componentes disponibles. Junto al Pulse, en Betim se producen la Fiat Strada (RAM 700 en Colombia), y los Fiat Argo, Mobi y Fiorino, además del recientemente lanzado Peugeot Partner Rapid. También se fabrican allí los motores 1.0 Fire y 1.0L y 1.3L Firefly.
Esta no es la primera vez que Stellantis debe detener sus actividades en Brasil. Lo hizo durante marzo del 2021 y por una cuestión similar, al faltar materiales como acero, llantas, plásticos y los tan codiciados microchips. Por otro lado, y para evitar profundizar la crisis, en las semanas posteriores el consorcio decidió implementar una serie de estrategias, como por ejemplo, no interrumpir la cadena de producción ante la falta de determinados elementos.
Los problemas para la venta
Son varios los modelos que Stellantis exporta desde Brasil. Por lo pronto, habrá que esperar a los próximos días para tener alguna certeza sobre si esta nueva interrupción de la producción afectará o no el inventario de unidades de la marca para los diferentes mercados, incluido el de Colombia.