Citroën es de esas marcas que siempre ha sorprendido en el sector automotor, bien por la irreverencia de sus modelos, por los desarrollos tecnológicos y por apropiar como pocas el verdadero gusto francés, ese que privilegia la estética y los detalles.
Si conoces algo de este fabricante, sabrás que es creador de modelos realmente famosos, como el 2CV, el DS, el CX, el Xantia y más recientemente de berlinas como el C5 o el C6. Sin embargo, desde que el mercado comenzó a virar hacia los utilitarios deportivos, la marca francesa tiene en el C5 Aircross su nuevo buque insignia, que es justo el modelo a prueba en esta ocasión, en su versión Unique.
Citroën C5 Aircross: diseño y dimensiones
Desde que llegó a Colombia en 2019, como modelo 2020, el C5 Aircross se destaca por su vistosa carrocería, la cual tiene como soporte la plataforma EMP2 del Grupo PSA, la cual comparte con modelos como el Peugeot 3008 o el DS7 Crossback. El modelo tope de gama de la marca francesa se enfrenta en nuestro mercado a rivales como Mazda CX-5, Volkswagen Tiguan, Chevrolet Equinox y Renault Koleos.
Citroën siempre ha tenido una manera muy original de ajustar su identidad de marca a cada segmento que compite, basta con apreciar el DS original para darse cuenta de ello. En el caso del modelo a prueba, el C5 Aircross sigue las líneas que la marca se fijó para sus SUV; al igual que su hermano menor, C4 Cactus, el buque insignia proyecta fortaleza, pero con la particularidad de que se elimina cualquier elemento punzante.
Todas las líneas de la familia Aircross son redondeadas, sin aristas ni vértices. La solidez la aportan las superficies voluminosas, el envolvente capó y el paral posterior, que ensancha la carrocería como un músculo bien trabajado. Las luces full LED (salvo las exploradoras) están independizadas, pero integradas a través de la sutil parrilla, de tal forma que las unidades DRL quedan un nivel más arriba del “cajón” donde se acomodan los faros LED Vision con direccional integrada. Atrás, la particularidad es que las luces posteriores tienen un efecto LED 3D que luce muy llamativo.
Con respecto a la versión de entrada (Shine), el C5 Aircross Unique se caracteriza por adoptar techo y espejos exteriores negros, que generan mayor contraste cromático con el resto de la carrocería.
En cuanto a estética, quizás el punto más interesante es el trabajo cromado del lateral, una suerte de “C” que se engrosa a medida que se acerca al paral trasero, dejando una tercera ventanilla a su paso. En ambas versiones se cuenta con detalles como rines de aleación de 18”, barras aerodinámicas y funcionales para el techo y el sistema Airbumps, simpáticos protectores en los costados laterales de la carrocería que se integran a la zona baja de las puertas.
Con 4.500 milímetros de longitud, el C5 Aircross resulta 50 mm más corto que la CX-5, pero es 53 mm más largo que el 3008; a su vez, con 1.969 cm, el modelo de Citroën es 129 milímetros más angosto que su primo de Peugeot y los 2.730 milímetros de distancia entre ejes están solo 21 mm por debajo del registro de la competidora japonesa.
Citroën C5 Aircross: interior y equipamiento
¿Cómo definir en pocas palabras el habitáculo del C5 Aircross? Sólido y acolchado. Si bien estos adjetivos parecen incongruentes entre sí, la verdad es que ambos describen muy bien lo que se percibe en la cabina de este modelo francés. La solidez, desde el punto de vista de percepción estructural y de ensamble, mientras que la suavidad aplica tanto a la sensación que generan las superficies al tacto, como por la forma en que trata el cuerpo de los ocupantes.
El tablero del C5 Aircross proyecta máxima robustez (sin duda, es un guiño a la resistencia que Citroën heredó del mundo del rally), con un práctico diseño en “T” que integran secciones voluminosas y sin adornos superfluos.
En general, los plásticos son duros/resistentes al tacto, pero de buena factura, y en todas las áreas donde hay contacto con el usuario los acabados se sienten suaves: recubrimientos de la parte frontal, el torpedo, el apoyabrazos y las zonas interiores de las puertas.
Los decorados son sencillos y efectivos, alternando apliques y detalles en piano black, cromo y metal satinado. Se destacan los botones “invisibles” que se acomodaron en la parte baja de la pantalla central y las funcionales salidas de aire dobles. Hay espacios para almacenar de todo; incluso, se cuenta con refrigeración en la guantera y en un compartimento en la consola central.
Los asientos del C5 Aircross merecen mención especial, no solo por su concepto (al mejor estilo de los de primera clase en los aviones “setenteros”), sino también por la comodidad que ofrecen. El tapizado de las sillas combina napa con apliques en una tela semejante al jean y ofrecen buena sujeción lateral.
En cuanto a las plazas traseras, la particularidad es que se usan tres butacas completamente independientes, que aparte de abatir y reclinar su espaldar, se pueden desplazar longitudinalmente. Esto maximiza el criterio modular del C5 Aircross: los 580 litros de capacidad del área de carga se pueden ampliar a 720 o 1.630 litros, según la proporción que se requiera transportar entre carga/pasajeros.
La marca señala que en sus asientos usa tres tipos diferentes de espumas. ¿El resultado? Quizás no resulte tan mullido en la parte baja, pero en el espaldar brinda la comodidad que ya quisiera tener en el sillón de mi sala. Si bien atrás la comodidad es justa para tres personas de talla promedio, se destaca el “bien-estar” del quinto pasajero, que también se favorece por un piso muy plano.
Además del amplio listado de equipamiento y recursos a bordo de la versión Shine (que puedes consultar en nuestro catálogo y que incluye cargador inalámbrido y techo panorámico), el C5 Aircross Unique añade amenidades como puerta del baúl eléctrica (con apertura manos libres), vidrios delanteros laterales laminados y con tecnología de aislamiento acústico, asiento del conductor con reglaje eléctrico, con memoria de posición y reglaje lumbar; así como asientos delanteros con masajeador y calefacción.
En cuanto a multimedia y conectividad, ambas versiones disponen de pantalla de instrumentos a color HD de 12,3”, sistema de infoentretenimiento con monitor táctil de 8”, con una interfaz muy amigable. Hay seis parlantes, Bluetooth, compatibilidad Apple CarPlay y Android Auto, así como reconocimiento de voz y si bien no tiene GPS propio, permite replicar del smartphone las aplicaciones más populares.
Una oportunidad de mejora se relaciona con que todos los controles se gobiernan desde la pantalla principal, entonces para modificar la climatización hay que salir del navegador, elegir la temperatura, volver al menú principal y de ahí regresar al navegador… son muchos pasos para algo tan sencillo de hacer con una simple perilla; además, la gestión demanda mucha atención por parte del conductor.
Citroën C5 Aircross: seguridad y mecánica
El hecho de ser un vehículo que se construye y comercializa en el mercado europeo garantiza que el rubro de seguridad del C5 Aircross esté bien cubierto. Ambas versiones cuentan con frenos ABS, con EBD, ESP y control de frenado en curvas (CBC), asistente de arranque en pendientes, control de tracción, control vectorial de torque, freno de estacionamiento electrónico, seis airbags, monitoreo de presión de llantas, cámara de reversa de 180°, limitador de velocidad y control crucero, entre otros.
En cuanto asistencias, Shine y Unique cuentan con activación automática de las luces antiniebla al inscribir curvas a baja velocidad y alerta de atención al conductor; a lo que el modelo Unique añade recursos como el asistente de control de descenso y el aviso de punto ciego. En todo caso, el C5 Aircross queda en deuda por la falta de más asistencias a la conducción, que sabemos ofrece en otros mercados de la región, como el aviso de colisión inminente con frenado automático o el asistente de mantenimiento de carril.
El corazón de este SUV es el conocido motor 1,6 litros THP (mismo que usa su primo Peugeot 3008, con turbo e inyección directa) de 16 válvulas, que a muchos les podrá parecer algo viejo, pero que en la práctica ofrece una gestión poderosa y rendidora para su orientación. Si bien la marca señala que acelera desde la inmovilidad hasta los 100 km/h en 8,4 segundos, ninguno de nuestros intentos bajó los 12 segundos; en todo caso nos parece bien para un vehículo que tiene cometido familiar.
Citroën C5 Aircross: desempeño
Se destaca que la gestión del turbo inicia desde bajas revoluciones y sin aspavientos; obvio, no es ni se siente como un deportivo, pero la entrega es adecuada y conveniente, con suficientes ímpetus para hacer sobrepasos y transitar con alegría en ascensos.
El punto fuerte de este propulsor no son los 165 equinos que se agitan bajo el capó, sino los 240 Nm de torque disponibles desde 1.400 rpm. Una particularidad (a la que basta poco para acostumbrarse) es que la caja de seis cambios es de tipo joystick y ofrece una decorosa gestión, sobre todo por la fluidez y suavidad en el paso de marchas, que acertadamente también se pueden manipular con las levas en el volante; en todo caso sí hay ligeros vacíos cuando se demanda con apremio.
Un aspecto dinámico en el que se destaca particularmente este SUV francés es en la comodidad de marcha. La marca alardea de desarrollar un nuevo sistema progresivo con topes hidráulicos, que está lejos de ser tan sofisticado como la vieja y admirada suspensión hidroneumática, pero su trabajo es impecable. Esto hace que asimile con gran capacidad las imperfecciones y baches de la vía; en la ruta, el sistema ayuda a evitar movimientos innecesarios de la carrocería y limita la deriva exagerada de la carrocería cuando se frena de improviso.
Finalmente, pese a su aspecto aventurero, ciertamente el C5 Aircross es un vehículo 4x2, pero esta versión Unique cuenta a su favor con la tecnología Grip Control, un sistema que permite adecuar la transmisión del vehículo a las características del terreno, a través de un mando giratorio con cinco modos; incluso es posible desconectar por completo el control de estabilidad para favorecer al avance del vehículo en determinadas circunstancias.
El actual buque insignia de la marca de los chevrones no desentona al perpetuar el legado de buen gusto e innovación que caracterizan históricamente a los modelos de Citroën. Basa sus fortalezas en la original propuesta estética, el bienestar abordo, el criterio modular y una mecánica competente.