Luego del terremoto que se produjo con la nueva organización global de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, analizamos más en detalle que pasaría en nuestra región, considerando que la reducción de plataformas y fábricas sería radical.
Es preciso recordar que el nuevo plan de la Alianza prevé que las marcas líderes de cada mercado sean las que permanezcan al frente en desarrollo y productos (un modelo que llaman leader-follower), dejando a las otras dos como acompañantes. La primera desarrollará los productos, las otras dos tendrán sus mellizos, algo así como lo que sucede con la Frontier y la Alaskan.
En nuestro caso, mejor dicho, el de nuestra región, la marca líder es Renault, con Nissan y Mitsubishi acompañando.
Es bueno aclarar que, para la estructura, México hace parte de la operación de Norteamérica y queda integrado a Estados Unidos, por lo que allá Nissan será quien lleve la batuta.
Una plataforma y dos fábricas para el segmento B
El comunicado de las marcas aclara que: “En América Latina, las plataformas de Productos B se racionalizarán, evolucionando de cuatro variantes a una sola para los productos Renault y Nissan. Esta plataforma se producirá en dos plantas, cada una de las cuales producirá para Renault y Nissan.”
Actualmente, la Alianza declara tener en la región cuatro variantes de plataforma para seis modelos: Renault tiene Sandero, Stepway, Logan y Captur (curiosamente no nombran Duster); mientras Nissan tiene March y Kicks.
La plataforma en cuestión será la CMF, que, siguiendo las actuales tendencias, es resulta muy modular; ya la tenemos en el Kwid (CMF-A) y en su variante CMF-B podría ser base para siete modelos, incluidos los anteriormente mencionados y el nuevo Versa.
Este cambio generacional podría traernos también alguna que otra nueva propuesta, como el posible desarrollo de un SUW de siete asientos, que anticipamos hace poco.
¿Y las plantas?
Acá viene el problema, pues la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi tiene actualmente cuatro fábricas en nuestra región: una en Colombia (Sofasa-Renault), dos en Brasil (una del rombo, otra de los nipones) y una en Argentina. ¿Qué pasará?
Considerando los volúmenes de producción y los mercados, lo lógico es que la Alianza mantenga las plantas de Brasil, la de Argentina podría convertirse en un centro de producción de utilitarios con la Frontier (y Alaskan), pues un aumento en la producción mejora la economía de escala. Otro escenario podría ser que cada socio de Mercosur se quede con una fábrica, pero ¿qué pasará con la planta de Renault en Envigado?
