La marca del rombo no tuvo un pabellón fastuoso en el IAA de Frankfurt; sin embargo, si reservó espacio para exhibir la segunda generación del Captur, el modelo más vendido de su segmento en Europa. 1,2 millones de unidades se han fabricado del crossover francés desde que debutó en el 2013, fabricado sobre la plataforma del Clio IV y destacando por su relación precio/equipo a bordo, por su estilo y, sobre todo, por sus económicos motores.
Renault no quiere cambiar nada de lo que ha hecho exitoso al Captur, pero si quiere añadirle una generosa dosis de alta tecnología para que pueda enfrentar los desafíos que supone su implacable competencia.
Lo primero es su plataforma. Se trata de la nueva CMF-B, la misma que le permitirá ser el primer Renault en contar con un tren motriz hibrido-enchufable (lo llaman E-Tech). Gracias a esto el Captur crece 11 centímetros de longitud, crece hasta los 4,23 metros; de estos, dos centímetros son de incremento en la distancia entre ejes, que llega a 2,63 metros. Además, su ancho es de 1.797 mm y el alto de 1.566 mm.
Con respecto a la plataforma, vale decir que esta fue renovada 85% con respecto a la anterior y tiene muchas mejoras: es 50 kilos más liviana, fue rediseñada para mejorar la aerodinámica en su zona inferior, está mejor aislada (por lo que minimiza el ruido en la cabina entre 1,5 y 2 decibeles, al rodar por debajo de los 130 km/h) y es más robusta, gracias al uso de metales de alta tensión y de adhesivos estructurales que rellenan o refuerzan el ajuste.
En cuanto a diseño, una mirada superficial revela que el concepto es prácticamente el mismo de la generación anterior, pero más robusto y cercano a las proporciones de un SUV, con dos volúmenes más definidos, un capó con varios pliegues, techo flotante que se conserva y molduras plásticas que se reducen un poco para darle un perfil más urbano. Las luces en forma de “C” añadidas al facelift de la generación pasada, ahora ganan protagonismo en los focos principales, tal como en el Mégane IV y en Koleos, incluyendo tecnología LED. Esto también se repite en la parte trasera, con luces en forma de pinza y un baúl más grande, con lo que, en general, se logra una estética más elegante. También se conserva el estilo cóncavo de los paneles de las puertas, el diseño ascendente de la línea de la cintura y los rines bicolor, ahora disponibles hasta 18". Se integran unas tomas de aire a cada lado de los faros antiniebla, con los que también se mejora la aerodinámica.
Para que las opciones de elegir color no tengan límite, Renault ofrece 90 combinaciones estéticas posibles entre 11 colores de carrocería, 4 colores de techo y 3 paquetes exteriores de estilo.
En el interior, el Captur replica el concepto de "consola flotante", pero con mejores materiales, con más color y dando predominio a dos pantallas, una ubicada en el cuadro de instrumentos (que puede variar entre 7” a 10,2”) más la del sistema multimedia, de disposición vertical (con la nueva interfaz Easy Link, inclinada hacia el conductor) en tamaños de 9,3” y 10,2”. El conjunto es muy moderno y elegante.
Por su parte, los respaldos de los asientos traseros son rígidos y cóncavos, permitiendo mayor habitabilidad para las plazas traseras. Luz ambiental, cuatro colores para los acentos decorativos y tres colores para los tapizados y los paneles interiores permitirán que el interior sea tan entretenido como la carrocería.
Como broche de oro, el paquete Initiale Paris, disponible solo en Europa, despliega alto lujo en sus materiales y colores, con acentos de cromo, tapicería especial y un color morado metálico.
El baúl del Captur puede albergar hasta 536 litros, gracias a los asientos traseros deslizables y se las ingeniaron para que el subwoofer del sistema de audio Bose (opcional) no le quite volumen a esa cifra.
Con respecto a los motores, la gran novedad es que se trata de una unidad hibrida enchufable, para la cual la Alianza ha puesto más de 150 patentes, lo que habla de la ambición que hay en comenzar un efectivo despliegue de modelos electrificados. Combina dos motores eléctricos y un propulsor 1,6 a gasolina, en conjunto con una batería de 9,8 kWh. Puede recorrer hasta 45 kilómetros a una velocidad máxima de 135 km/h en uso mixto y 65 kilómetros en uso urbano. El frenado regenerativo y la gestión electrónica vienen con desarrollos directamente heredados del equipo de Fórmula Uno.
Los motores convencionales son pequeños, pero eficientes, incluyendo tres tricilíndricos turboalimentados: un económico 1,0 litro de 100 hp y dos 1,3 L de 130 hp y 155 hp con 24,4 kg-m y 27, 5 kg-m de torque, respectivamente. El primero, solo disponible con una caja manual de cinco velocidades, los demás con caja manual de seis o una automática de siete, con doble embrague y cambios al volante. Cierran dos ofertas Turbodiésel: 1,5 L Blue dCi de 95 hp y 115 hp, con las mismas transmisiones de los 1,3 L.
Los recursos tecnológicos del Captur son vastos para Europa. Según la versión, equipará control crucero adaptativo (con mantenimiento de carril y detención automática), luces altas automáticas, limitador de velocidad, frenado de emergencia automático, alerta de cambio de carril, radar de punto ciego y tráfico cruzado, reconocimiento de señales de tránsito, cámara de 360 grados y programa de estacionamiento automático.
Captur se seguirá fabricando es España, pero sumará producción en China, con miras a una estrategia fuerte de globalización y que lidere la nueva etapa de Renault de cara al 2022. Del "otro" Captur, basado en el Duster, que llega a nuestra región, no se ha dicho nada sobre su futuro.