Renault Kwid, el “SUV de los compactos”, así fue presentado este modelo que ha generado gran expectativa por ser un nuevo competidor en el segmento que representa las mayores ventas del mercado automotor de Colombia, donde se encuentran modelos como Spark, Mobi, Picanto y Gol entre otros.
La denominación de SUV se debe a su diseño exterior inspirado en este tipo de vehículos, pero se trata de un city car en todos sus aspectos, un auto bastante ágil, de fácil manejo, con interiores cómodos y modernos, con un conjunto mecánico suficiente y bien configurado, para transitar sin problema por cualquier vía colombiana y lo que nos parece más destacable, con un bajo consumo de combustible.
Al volante
La versión Outsider, es la más equipada del Kwid y fue la que tuvimos en prueba, en cuyo interior, sobresalen detalles color naranja en las sillas delanteras, líneas en el volante, parte del tapizado de las puertas y el pomo de la palanca de velocidades, que le dan un aspecto deportivo y moderno.
Los puestos delanteros son bastante confortables, mientras que en la segunda fila, el espacio para las piernas es suficiente, con las sillas del conductor y copiloto ajustadas para personas con altura de 1,80 mts, como lo realizamos durante el test drive, con cuatro ocupantes, que viajaron cómodamente.
Es importante destacar que es el primer vehículo de este segmento de entrada, que cuenta con cuatro airbags en todas sus versiones.
El tablero de instrumentos incluye tacómetro, velocímetro y odómetro digital con indicador de combustible, mientras que la consola central incluye rejillas para el aire acondicionado, los mandos de vidrios eléctricos, bloqueo central y climatización, así como el sistema Media Evolution con pantalla de 7 pulgadas, que integra los aplicativos Android y Apple Car Play, que permiten replicar la pantalla de los teléfonos inteligentes, y manipular programas como Waze, Google Maps, música, contestar llamadas, y evaluar el modo de conducción, apuntando a la eficiencia en consumo de combustible gracias al Eco-scoring y Eco-coaching.
Se destacan elementos como la dirección de asistencia eléctrica, vidrios delanteros eléctricos, bloqueo de puertas, aire acondicionado y baúl con capacidad para 290 litros.
En marcha
Este modelo de tracción delantera, cuenta con un motor de tecnología SCe (Smart Control Effficiency) de 1.0 litros, tres cilindrosy 12 válvulas, que genera 66 caballos de potencia a 5.500 rpm y un torque de 69 lb-pie a las 4.250 revoluciones y 93 Nm. El motor, que emite un particular sonido ronco, trabaja conjuntamente con una caja manual de 5 velocidades, con relaciones cortas, lo cual permite sacar lo mejor de este conjunto mecánico, que exhibe un buen comportamiento en las vías montañosas por las que transitamos con cuatro ocupantes y el aire acondicionado encendido y en ningún momento se percibió falta de potencia, por el contrario, el torque sorprende bastante y se mueve con bastante agilidad en cualquier tipo de vía.
Gracias a su bajo peso (764 kilos), se siente un poco impetuoso durante las aceleraciones desde cero, y fácilmente alcanza velocidades por encima de los 100 km/h, permitiendo un total control hasta alrededor de los 115 km/h, pero por encima de esta velocidad se puede percibir algo de “flotabilidad”, haciéndonos recordar que no vamos a bordo de un deportivo y que los rangos máximos deben estar muy por debajo, para que sus llantas de 14 pulgadas y tres tuercas de fijación, permanezcan bien pegadas al piso y permitan transitar con seguridad y tranquilidad.
65 kilómetros por galón fue el consumo promedio que logramos durante los 300 kilómetros que recorrimos a bordo del Kwid, los cuales en su mayoría fueron por las vías de Bogotá, tanto en terreno plano, como por las vías de los cerros orientales, donde salieron a relucir las cualidades del nuevo city car.
Sin lugar a dudas el Kwid llegó pisando fuerte, como lo muestran las cerca de 2.000 unidades que ya están rodando por el país, pero aún falta ver si continúa teniendo la misma dinámica de ventas y si será merecedor del apelativo del ‘amigo fiel’, que lleva en Colombia el recordado Renault 4.