Las promesas se cumplen y Ford lo hizo esta semana en el marco del Festival of Speed de Goodwood, con el destape del Ford GT Mk II, una edición limitada del supercar GT. Lo especial de esta "segunda fase" del modelo es que corresponde a una variante mucho más cruda y pura del modelo. El trabajo ha quedado a cargo de Multimatic, la empresa de ingeniería que también se ha encargado de los GT de Ford que corren en el campeonato de resistencia (WEC) en la categoría LMGTE Pro.
La producción del Ford GT fue externalizada a la división de vehículos especiales de Multimatic en Ontario, desde donde se seleccionan las unidades que van a la planta de Multimatic Motorsports en la misma región, donde lo transforman en el modelo que tienen ante sus ojos, por el mismo equipo que fabrica el auto de carreras. La idea del Mark II es despojar al GT de todos los límites que tiene su plataforma, porque claro, el Ford GT convencional debe responder a homologaciones de seguridad y adaptaciones de uso urbano, mientras que el GT que compite en el WEC, está limitado a las reglas de la categoría en la que participa. El Mark II es precisamente lo que el GT seria en su evolución más pura, sin restricciones mayores que la física y la habilidad de sus dueños. Solo podrá ser usado en circuitos, una concesión que se debe hacer para que el GT sea libre al fin.
Los cambios
El alerón trasero de doble filo excede el nivel de carga aerodinámica que entrega el GT de carreras. En la parte frontal, un splitter y un difusor, acompañan algunas aletas estabilizadoras en la punta y lamas en el spoiler que ayudan a balancear la fuerte carga posterior. Con todos estos cambios, el Mark II puede generar hasta un 400% más de fuerza aerodinámica que el modelo de competición.
Si a esto le sumamos los neumáticos Michelin Pilot Sport GT y la suspensión rebajada con amortiguación regulable en cinco modos, el GT debería aguantar más de 2G de agarre lateral en curvas. La suspensión regulable en altura, fue retirada para bajar el peso en 90 kilos y porque no aportaba en este concepto pistero.
Su propulsor de 3.5 litros con tecnología EcoBoost, es el mismo que impulsa tanto al modelo de calle como al de carreras, pero como ya no hay que cumplir con la homologación FIA, ha sido destapado para que entregue 700 Hp, 200 más que el GT del WEC. Se acompaña de una transmisión de siete velocidades y doble embrague, pero recalibrada para su uso en pista. También se ha incorporado un radiador de aire con inyección automática de agua y una toma de aire superior inspirada en la del auto de competencia, para ayudar a enfriar los demás radiadores para el motor y sistema de transmisión.
Llantas de aluminio forjado en 19 pulgadas cubren los sendos discos de freno carbono-cerámicos proporcionados por Brembo.
Al interior, encontramos un ambiente mucho más espartano que en el modelo de calle. Hasta el asiento del pasajero es opcional. Un display MoTeC se encarga de gestionar toda la información del auto y los instrumentos de control, pero también hace de pantalla para la cámara de retroceso, probablemente el único ítem más "urbano" que le queda al GT Mark II.
Solo se fabricarán 45 unidades, personalizadas, Las entregas comenzarán a fin de año, con un precio estimado por unidad de 1.2 millones de dólares.
Ford GT MkII makes incredible debut with Le Mans racer at FOS