Las películas que cuentan algunas épicas historias de automovilismo se han vuelto una moda. Después de Rush o Contra lo imposible (Ford vs Ferrari), han aparecido en el último tiempo algunas producciones cinematográficas de corte biográfico, como Lamborghini: el hombre detrás de la leyenda o la esperada Ferrari, de Michael Mann, con Adam Driver encarnando a Don Enzo, película que se estrenará este mes de diciembre en Italia (esperemos que lleguen a Colombia).
Pero no es todo, puesto que se inició la promoción de una película que todo amante del rali deberá ver: Race of Glory: Audi vs Lancia, un largometraje que rememora la épica lucha entre ambos fábricantes por el título mundial del WRC de 1983, en el apogeo del inolvidable Grupo B.
Más abajo te dejamos el primer adelanto de la película, donde se puede ver a plenitud la lucha que protagonizaron los Lancia 037 y los Audi Quattro, dos de los ejemplares más recordados en la historia del Mundial de Rally.
Bajo la dirección de Stefano Mordini y con los actores Riccardo Scarmacio (en el papel de Cesare Fiorio) y Daniel Brühl, como Roland Gumpert, máximos jefes de Lancia y Audi, respectivamente; además de Volker Bruch que encarna al mítico Walter Röhrl, la película se filmó en rutas de Italia y Grecia, para recrear algunos míticos ralis, como San Remo y Acrópolis.
Se estrenará en Italia el 18 de enero del 2024 y, por ahora, desconocemos si llegará a las salas nacionales.
La historia oficial
Pero veamos qué ocurrió en 1983 como para que valga la pena ver una película sobre el Mundial de Rally.
La historia se centra en los esfuerzos de Lancia por buscar un sustituto al mítico Stratos y así enfrentar a un Audi Quattro que largaba como favorito, gracias al innovador sistema de tracción total. En la producción se cuenta la fase de pruebas del 037 en la pista de entrenamientos de Balocco, las diferencias de opinión dentro de los equipos, las estrategias de carrera y cómo se vivía el WRC en una temporada que resultó épica.
Lancia tenía la presión de repetir sus cuatro títulos mundiales conseguidos en los años 70 con el Stratos y el Fulvia, mientras que Audi, apoyado por Volkswagen y sus pilotos, se presentaba como campeón mundial en 1982, gracias a su sistema de tracción quattro autorizado por la FIA dos año antes.
El Lancia 037 era un auto ligero, con motor central de 2,1 litros, que generaba 305 hp, los cuales se enviaban al eje trasero. En la otra esquina estaba el Audi Quattro, considerado uno de los mejores autos de rally de la historia, con su motor de cinco cilindros de 2,1 litros, que erogaba 306 caballos y contaba con tracción total.
¿Sabes qué ocurrió? Un brillante Walter Röhrl ganó 33 de las 58 etapas de ese año, dándole el título de constructores a Lancia, pero perdió el de pilotos en manos de Hannu Mikkola. Una corona para cada marca, nada más salomónico.
Trailer Audi vs. Lancia
