El Rolls-Royce The Pearl Cullinan es, sin duda, una declaración de poder y amor, pues un acaudalado cliente de la firma británica en Dubai encargó esta pieza única para celebrar el cumpleaños 90 de su padre.
El nombre se debe a que este vehículo tiene incrustaciones de perlas en varias zonas, el objeto favorito de colección del papá de este cliente, así que nos podemos imaginar los ceros que se fueron sumando a la cuenta de este Cullinan.
La división de personalización Rolls-Royce Bespoke fue la encargada de la tarea y comenzó por formular una pintura para la carrocería e igualar el tono rosado con el de una de las perlas que más admira el futuro poseedor del auto y la llamó Pearl Rose; a esta le aplicaron una capa final protectora única.
El exterior también presume al emblema del Espíritu del Éxtasis en oro rosa, mientras que al interior encontramos tapizados en cuero rojo (Ardent Red) y beis (Cashmere Grey), una vez más, emulando tonos de perlas.
Sin embargo, el punto cúspide de esta edición única es el trabajo que se realizó en las mesitas de la segunda fila, al integrar en las piezas de nogal insertos artesanales de Madre Perla, que por sí solas constituyen una obra de arte.
Este material también se encuentra en otros elementos del interior, como la perilla del volumen, los paneles de las puertas y la carcasa del reloj en la consola central.
Por si faltaba algo, el cielo del vehículo tiene una reproducción de la posición de las estrellas la noche que nació el padre del comprador de este Cullinan.
El dinero tal vez no de la felicidad, pero ayuda a hacer cosas maravillosa, como este Rolls-Royce The Pearl Cullinan.