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BMW iX a prueba, propuesta de movilidad eléctrica tan refinada como impactante

Lujo, desempeño, tecnología y sustentabilidad, el BMW iX lo tiene todo y mucho más.

BMW iX a prueba, propuesta de movilidad eléctrica tan refinada como impactante

Hace una década, BMW sorprendió al mundo al presentar la submarca i, cuya gama la integraban dos productos que parecieran venir del futuro: por un lado estaba el BMW i3, un sofisticado vehículo urbano y por el otro, el i8, un exótico deportivo PHEV que, con un motor de tres cilindros y un propulsor eléctrico, se las arreglaba para entregar un desempeño equivalente al de un M3 de la época.

Los modelos BMW i no solo eran asombrosos por su propuesta de movilidad electrificada, también lo eran por la sustentabilidad de sus procesos de manufactura y lo avanzados que eran en tecnología en aquel momento.

En todo caso, los BMW i no evolucionaron de acuerdo con las demandas del mercado de autos eléctricos, la propuesta global que se impuso fue la de Tesla y sus autos con baterías titánicas, aunque mucho menos propositivos en otros aspectos.

Aunque fue pionero en adoptar la electrificación, el fabricante de Múnich rápidamente quedó rezagado, pero con la llegada del iX (que, por cierto, se basa mucho en el concepto Vision iNext), BMW da un contundente golpe de autoridad sobre la mesa y nos entrega un producto brillante, muy acorde con las tendencias actuales del mercado, pero manteniendo esa propuesta innovadora de la submarca i, con enfoque en la sustentabilidad en todo el proceso de manufactura, tecnología de punta y el gran manejo que se espera de un buen auto de la marca.

BMW iX xDrive40 M Sport: motor y características técnicas

El buque insignia eléctrico de BMW, que oficialmente introdujo Autogermana en Colombia a principios del año pasado, se percibe mucho más grande de lo que en realidad es: tiene 4.953 milímetros de largo; de hecho; para que te hagas una idea, supera apenas en 67 milímetros a la BMW X5, aunque no comparten prácticamente nada. En el caso del iX, tenemos una arquitectura de construcción híbrida de aluminio y fibra de carbono.

En el piso se aloja una enorme batería de iones de litio con capacidad de 71 kWh (para la versión xDrive40, que fue la que probamos) y con la cual el iX anuncia una autonomía de hasta 425 km. Vale destacar que este vehículo dispone de un sistema integrado de climatización, que no solo controla el bienestar de la cabina, sino también favorece la gestión del acumulador de alto voltaje, al optimizar su temperatura de funcionamiento.

Para recargar por completo esta gran batería en un wallbox de 7,4 kW se requiere de poco más de 10 horas, pero si el proceso se hace en una estación de carga rápida (50 kW), cargar hasta el 80% le puede tomar solo unos 90 minutos.

El iX emplea dos motores eléctricos, uno en cada eje y, por lo tanto, la tracción es integral. Tales propulsores entregan en conjunto 325 hp de potencia y 630 Nm de torque, que se gestionan a través de una transmisión de una velocidad. Lo anterior le permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 6,1 segundos y no olvidemos que se trata de un SUV familiar de casi cinco metros y que pesa 2.365 kilos. Las frías cifras nos dicen que este modelo, en particular, ofrece una sorprendente relación peso/potencia de 7,27 kilos por cada caballo.

BMW iX xDrive40 M Sport: habitáculo

En definitiva, lo que más sorprende del iX es el interior, de alguna manera, su diseño nos parece que tiene ciertas reminiscencias al i3, que en su momento considerábamos la cabina más avanzada que fabricaba BMW. Aspectos como la pantalla central en posición flotante o la consola central que no se conecta con el tablero son algunos de esos guiños de diseño a los que hacemos referencia.

Sin embargo, al ser un SUV ultralujoso, el iX lleva las cosas a un extremo difícil de describir. Aunque vamos a intentarlo.

La calidad de ensamble, así como la combinación de materiales, colores, texturas e iluminación, crean una atmósfera llena de lujo y modernidad. El BMW iX no sólo se percibe muy avanzado, sino que, en realidad, lo es.

En el caso de la unidad a prueba, el interior tenía un terminado con diseño Atelier, por lo que no hay uso excesivo de cuero en los tapizados, pues se recurre a un material muy fresco que es el Sensatec, lo que creemos le da un halo más relajado al interior y combina muy bien con el deportivo diseño de las butacas delanteras y con el color azul de contraste de los cinturones de seguridad.

También nos parece un acierto, por lo menos decorativo, dejar expuesta la textura de la fibra de carbono que remata los vanos de las puertas, así como la presencia de insertos de aluminio con terminación mate y ligeramente cobriza.

En la consola central encontramos un panel de madera que esconde algunos controles táctiles y al centro se encuentra el mando del iDrive, que es de cristal, mismo material que se emplea en los controladores que regulan los asientos eléctricos y se adosan al interior de las puertas; la adopción de este recurso es un tema de gustos que genera amores u odios; en todo caso, lo resaltamos por el carácter de exclusividad que aporta al conjunto.

A nuestro juicio, lo verdaderamente impactante es el arreglo de dos pantallas curvas, que forman una inmensa unidad. El cuadro de instrumentos es de 12.3” y el monitor central táctil es de 14.9”, con una resolución y diseño de interfaz auténticamente soberbios.

Desde ahí se pueden controlar todas y cada una de la interminable lista de funciones que ofrece el iX, hay además Head Up Display, climatizador automático de cuatro zonas y un techo de cristal panorámico que se denomina Sky Lounge, el cual merece mención aparte. Sin entrar en demasiados detalles, el vidrio contiene partículas metálicas en estado líquido, las cuales al recibir una carga eléctrica que se aplica con presionar un botón, cambian de disposición y opacan por completo el cristal.

Lo realmente interesante del techo panorámico del iX es que, a diferencia del que ofrecen el Tesla Model S o el Porsche Taycan, el de BMW sí es capaz de aislar adecuadamente, no solamente los rayos del sol, sino también el calor, es uno de nuestros gadgets favoritos.

Son muchos los detallitos que exaltan el refinamiento de este modelo eléctrico; por ejemplo, los 30 parlantes del sistema de sonido envolvente, un par de ellos ubicados en los apoyacabezas integrados; el techo interior en tono antracita, el acceso confort (incluye pulsadores en lugar de manija interior para la apertura y sistema de cierre suave), asientos delanteros con ventilación activa y cuatro plazas con calefacción, los asientos traseros con respaldo abatible 40/20/40 y el cargador de celular, entre lo más destacado. En todo caso, no estaría de más que le incluyeran pedales de aluminio.

BMW iX xDrive40 M Sport: manejo

Tras el volante, el BMW iX no es menos impresionante, las aceleraciones son contundentes y pese a su masa y dimensiones, se mueve con increíble agilidad. El 0 a 100 km/h se logra en un instante (si bien nuestro mejor intento fue de 8,5 segundos) y al exigir el acelerador te alcanza a empujar con cierta fuerza al respaldo del asiento.

Aunque no deja de acelerar con contundencia, progresar por encima de los 100 km/h se hace en forma más mesurada y, en cualquier circunstancia, parece que siempre hubiese una cuota extra de potencia, en caso de que se requiera hacer un sobrepaso o para no perder brío al rodar en una pendiente.

De más está decir que la dirección es precisa y comunicativa; así mismo, ofrece un andar suave, cómodo e impecablemente bien aislado. Esto último es un detalle a resaltar, puesto que el vehículo tiene puertas sin marco y eso, por lo general, provoca mayores ruidos del viento al rodar a alta velocidad.

Como buen vehículo de la firma bávara, los frenos son potentes y se planta de maravilla, por lo que permite ir a muy buenos ritmos con absoluto aplomo. Acá vale destacar el arsenal de asistencias que adopta y hacen parte del Driving Assistant Plus, un paquete de apoyo que utiliza radar y cuenta con aviso de cambio de carril, aviso de tráfico transversal posterior con intervención de freno, aviso de salida y prevención de colisión por alcance.

Uno podría pensar que, por la gran masa a desplazar, el iX debería tener algún vicio al acometer curvas forzadas; sin embargo, aquí entra en juego la buena gestión del control dinámico de estabilidad, con funciones ampliadas, y el reglaje de la suspensión, que es muy favorable para transitar en carretera o autopista, pero no así en ciudad, pues nos parece algo rígido, por lo que deja filtrar de más los baches y resaltos de nuestras vías urbanas.

¿Cómo nos fue con el tema de la batería? Creemos que muy bien. Empezamos nuestra prueba con 95% de carga y el cuadro de instrumentos nos decía que teníamos una autonomía de 386 kilómetros; rodamos apenas un total de 71,4 kilómetros y el computador indicó que al entregar el auto aún teníamos 77% de carga y que la autonomía apenas se redujo a 356 kilómetros; es decir, aunque rodamos más de 70 kilómetros, sólo “perdimos” 30 kilómetros de autonomía total.

BMW iX xDrive40 M Sport: conclusión

Sin duda, el BMW iX es el nuevo rey de los SUV eléctricos, desplazando al segundo puesto al que hasta ahora era nuestro favorito, el Audi e-Tron, al considerar que el exponente de la marca de Múnich se percibe dramáticamente más avanzado. En todo caso, dudaría en elegir al iX como el mejor eléctrico del mercado, porque el Porsche Taycan nos parece todo un triunfo, en la medida que lleva con perfección absoluta ese purismo y deportividad de la marca a la electrificación.

A favor del BMW iX se debe añadir que es un vehículo más utilizable para el uso diario, por ser más cómodo y apto para uso familiar (como el e-Tron), pero al mismo tiempo se siente más futurista que el Porsche. En definitiva, es un dilema que no van a tener los adinerados, que tranquilamente podrían ir por cualquiera, ni nosotros tampoco, que no podríamos pagar ninguno de ellos: el BMW iX xDrive40 M Sport está disponible actualmente desde $559.900.000.

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