Desde que se presentó en sociedad en 2019, se sabía que la nueva generación del Land Rover Defender tendría una versión electrificada. En 2020, la marca cumplió con una inédita versión PHEV (plug-in hybrid), pero nos quedamos a la espera del 4x4 100% eléctrico.
Este llegará, pero no antes del restyling de mitad de vida del modelo, que está programado para aparecer 2025, según informa la revista británica Auto Express. El Defender ofrecerá una versión 100% eléctrica en sus tres configuraciones conocidas: 90, 110 y 130.
El medio inglés indica que este cambio sólo será posible si abandona la plataforma PLA D7x por la arquitectura MLA Flex, que se estrenará con los nuevos Range Rover y Range Rover Sport, la cual es capaz de utilizar distintos tipos de mecánicas.
Se especula que el diseño no cambiará mucho, puesto que la actual propuesta ha tenido muy buena recepción en todo el mundo. Es posible esperar una parrilla cerrada, rines más eficientes y nuevas canalizaciones de aire para llevar refrigeración a la batería.
Con respecto a sus dimensiones, estas se mantendrían entre 4,58 metros (90) y 5,35 m (130). El interior cambiará con una actualización del sistema multimedia, pantallas más grandes y la inclusión de materiales más sostenibles.
Respecto de la mecánica, nada se sabe aún, pero se estima que será la misma que se estrenará en 2024 en el futuro Range Rover EV. Se considera una potencia superior a los 300 caballos, una batería de alrededor de 100 kWh y una autonomía de hasta 500 kilómetros con una carga.
La marca asegura que las míticas capacidades off-road del Defender no se afectarán, sino todo lo contrario. La disponibilidad de todo el torque desde que se toca el acelerador ayudará a mejorar el tránsito por terrenos exigentes, a lo que sumará en parelelo un nuevo sistema que permita controlar cada una de las ruedas, además de ofrecer múltiples modos de conducción.