Imagínate que Colin Chapman, el fundador de Lotus, estuviese vivo todavía; que tuviese recursos técnico, dinero y que llegara a su oficina después de una larga noche de parranda. De seguro, aun con la euforia encima, golpearía la mesa y diría: "Hagan un Lotus Seven futurista y pónganle 500 caballos, no me importa nada. ¡Sin miedo al éxito!"
Ese auto sería muy parecido al nuevo Donkervoort F22, un biplaza que apenas pesa 750 kilos y que lleva un motor de Audi con 500 caballos en el frente. Si duplicamos las cifras, digamos, 1.500 kilos y 1.000 hp, perfectamente podría ser la ficha técnica de algún hiperdeportivo. Donkervoort hizo lo mismo, pero a la antigua: con mucho menos peso. En este caso, hablamos de un biplaza, con un largo capó y ruedas casi descubiertas, interior espartano y el potencial para doblegar a cualquier deportivo de alta alcurnia.
El F22, llamado así por Filippa, la primera hija de Denis Donkervoort (hijo de Joop Donkervoort, fundador de la empresa), es el sucesor de todos los modelos de la compañía, desde el S7 de 1978 en adelante. Inventarme una historia ficticia de Colin Chapman no fue casual: todos los primeros Donkervoort estaban basados en el diseño del Lotus Seven.
El Caterham del futuro
La construcción del F22 nace a partir de la estructura híbrida Ex-Core, una carrocería fabricada con base en una estructura tubular con paneles tipo "sándwich" de fibra de carbono. Además, dichos paneles se formaron con una espuma especial que se expande con el calor. Esto elimina cualquier tipo de costuras o pliegues. Y como se solidifica, al final se convierte en una capa aislante que además añade robustez. Esta tecnología, propia de Donkervoort, fue patentada por la marca y se utiliza en la Fórmula Uno, en otras marcas de auto y hasta en lanchas de carrera.
Gracias a esto, se forma un habitáculo hiperresistente y ligero, con una capacidad de torsión que soporta desde 20.000 a 40.000 Nm, el doble de lo que tenía el Donkervoort D8 al que reemplaza. Es la única manera de hacer seguro un auto que apenas pesa 750 kilos.
El diseño quedó a cargo de Jordi Wiersma, director técnico de la compañía y Amko Leenarts, director de diseño de Ford Europa. El resultado es un auto muy compacto, de casi cuatro metros, pero que creció 264 mm, 100 mm de los cuales, solamente en el habitáculo.
El esqueleto del techo "semi-targa" (es como un "T-Top") y el marco del parabrisas, también son parte de la estructura Ex-Core, lo que aporta rigidez, sin importar el diseño; de hecho, hasta el parabrisas es más aguzado, lo que permite generar puertas más estilizadas, una zaga muy futurista y un frontal más agresivo, el cual viene con los focos integrados sobre el capó. Adicionalmente, las piezas del techo se pueden retirar para ofrecer una imagen de roadster.
Las ruedas están cubiertas con minúsculos guardabarros expuestos, que dan mayor protagonismo a los rines de aleación ligera de 12 kilos por unidad. Si lo quieres, puedes pedir aros forjados de ocho kilos por unidad o unidades de fibra de carbono que pesan apenas 5,4 kilos cada una. Las llantas son de Nankang y la marca está tan feliz con este compuesto que les solicitó neumáticos exclusivos para este auto.
Del habitáculo hay poco que comentar, más allá de que es más espacioso y seguro, gracias al uso de sillas muy deportivas, con arneses de seis puntos. Todo se controla desde el volante y el modelo además usa dos pantallas, una para el cuadro de instrumentos y otra ubicada al frente del conductor, para que él se encargue de las labores de navegación. El resto, son solo un par de perillas y nada más.
El F22 se impulsa por la gestión de un motor Audi 2,5 litros y cinco cilindros (el de los RS 3 o TT RS) con 500 caballos, asociado a dos opciones de caja manual, de seis o siete velocidades, la cual se equipa con un sistema de rev-match (punta-taco electrónico), el cual proporciona Bosch y que puede desactivarse. La tracción va al eje trasero gracias a la ayuda de un diferencial Torsen LSD, más compacto y libre de refrigeración adicional, en virtud a su diseño optimizado.
En resumen, si consideramos su relación peso/potencia hablamos de un auto con 666 hp por tonelada o de 1,5 kilos por cada caballo, que podría alcanzar fácilmente una velocidad máxima de 290 km/h.
En términos dinámicos, el F22 estrena un nuevo kit de frenos AP (frenan 30% mejor que en el D8) y amortiguación activa, con suspensión ajustable en altura.
Con respecto a los opcionales, encontramos recursos como: aire acondicionado, dirección con asistencia eléctrica y frenos ABS, elementos que deberían ser de serie, pero que cobran sentido si se trata de un auto que busca entregar una experiencia muy pura de manejo en la pista.
El Donkervoort F22 estará a la venta en casi todo el mundo (nos referimos al "primer" mundo), por un valor cercano a los 245.000 euros; con las primeras entregas pactadas para enero del 2023. Solo se fabricarán 75 unidades, 50 de las cuales se agotaron tan rápido, que la marca tuvo que ampliar el margen de producción en 25 unidades extra.
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