Jaguar Land Rover avanza a paso forzado hacia la electrificación y para ello acaba de inaugurar nuevas instalaciones en Gaydon (Reino Unido) para realizar las pruebas eléctricas y de interferencias de radio para su siguiente generación de vehículos.
El nuevo laboratorio de compatibilidad electromagnética (EMC) garantizará que los próximos vehículos eléctricos cumplan la legislación actual y futura, así como los estándares de calidad de conectividad y electrónica. El nuevo Range Rover Sport, que salió al mercado en mayo pasado, fue el primer vehículo que completó un programa de pruebas en estas instalaciones.
La compatibilidad electromagnética permite que los sistemas y equipos eléctricos funcionen correctamente en su entorno electromagnético. Así mismo, limita la recepción, propagación y generación involuntarias de energía electromagnética para reducir el riesgo de efectos indeseados, como la interferencia electromagnética.
El nuevo laboratorio de Jaguar Land Rover incluye dos cámaras anecoicas y una pista de rodaje eléctricamente silenciosa, la cual permite a los ingenieros probar vehículos a altas velocidades, además de equipos para evaluar el rendimiento de componentes individuales, como baterías o motores eléctricos. En las instalaciones se probará la compatibilidad electromagnética de funciones y servicios del vehículo, como Bluetooth, GPS, wifi, tecnologías de telefonía celular, control de crucero adaptativo, carga inalámbrica y control de ángulo muerto.
Jaguar Land Rover definió su nueva estrategia bajo el concepto Reimagine, que supone la electrificación de ambas marcas para finales de la década, así como la carbono neutralidad en toda su cadena de suministros, productos y operaciones para 2039. La gama de modelos actuales abarca vehículos totalmente eléctricos, híbridos enchufables y mild hybrid.