Como muchas otras marcas, Nissan trabaja en el desarrollo de celdas de batería de estado sólido y acaba de estrenar la fábrica donde construirá los prototipos necesarios para realizar todas las fases de desarrollo.
Hidruro de níquel o de iones de litio. Las primeras baterías son más asequibles, pero anticuadas en tecnología con respecto a las segundas. Sin embargo, ambas tienen la limitante de contar con una densidad limitada, por lo que para ofrecer altos niveles de potencia y una autonomía razonable, se requiere de paquetes de gran tamaño, los que además son más sensibles a incendios y accidentes.
De ahí que se dice que las baterías en estado sólido son la real solución a los problemas de la electromovilidad. Tienen una densidad energética de aproximadamente el doble que las baterías de iones de litio convencionales, un tiempo de carga significativamente más corto, debido al rendimiento superior de carga/descarga; así como un menor precio, gracias a que pueden utilizar materiales menos costosos.
Como parte de su plan de largo plazo, denominado Nissan Ambition 2030, es que la marca acaba de crear, dentro del Centro de Investigación en Kanagawa (Japón), un lugar específico donde trabajará en los prototipos de baterías en estado sólido laminadas.
Nissan quiere establecer una línea de producción de estas baterías en su planta de Yokohama en el año fiscal 2024 y lanzarlas oficialmente al mercado un par de años después.
La marca cree que las baterías de estado sólido permitirán reducir a USD 75 por kWh en el año fiscal 2028 y a USD 65 por kWh a partir de entonces, lo que permitiría que los vehículos eléctricos estén al mismo nivel en costo que los de combustión.