En línea con su estrategia de ayudar a superar la actual crisis global de semiconductores, y tras varios años de desarrollo, Bosch inició la producción en serie de chips de carburo de silicio para proveerlos a los fabricantes de automóviles de todo el mundo.
Para ello, Bosch desarrolló sus propios procesos de fabricación, implementados para producir los semiconductores especiales desde principios de 2021, inicialmente como muestras para la validación del cliente.
En el futuro, Bosch tiene la intención de ampliar su volumen de producción de semiconductores a cientos de millones. Considerando lo anterior, la empresa ya comenzó a ampliar su planta de Reutlingen, Alemania.
Paralelamente, Bosch también trabaja en la segunda generación de chips de carburo de silicio, que será aún más eficiente y debería estar lista para la producción en serie a partir de 2022.
En la electrónica de potencia de los vehículos eléctricos, los chips de carburo de silicio garantizan que los conductores puedan ir mucho más lejos con una sola carga de batería, en promedio, alrededor de un 6% más que con sus homólogos de silicio puro.
En el futuro, Bosch (único proveedor de la industria automotriz que produce sus propios chips de carburo de silicio) planea fabricar los semiconductores en obleas de 200 milímetros.
En comparación con las obleas de 150 milímetros actuales, esto generará economías de escala considerables. Después de todo, se necesitan varios meses para que una sola oblea pase por varios cientos de pasos de proceso en innumerables máquinas.
Al producir en obleas más grandes, se pueden fabricar significativamente más chips en una tanda de producción y así abastecer a más clientes.
