Alemania es un país donde se toman muy en serio los temas ecológicos y el cuidado al medio ambiente. Hay que reconocer la perspectiva ambientalista que tiene esta nación y la capacidad de crear sinergia entre gobierno, empresas y sociedad con este mismo fin.
¿Cuál es la novedad?
Las empresas Bosch, Shell y Volkswagen trabajan en el desarrollo de un nuevo combustible que podría emitir 20% menos de emisiones contaminantes.
Este nuevo Blue Gasoline, como lo denominan, se certificó con la norma 228/E10 y hasta el momento presenta interesantes características que lo hacen una excelente opción para la “movilidad verde”:
- Es mucho más estable en estado de almacenamiento y en su punto de ebullición.
- Tiene la capacidad de mantener en buenas condiciones los componentes internos del motor, así como ofrece un grado de limpieza superior.
- La calidad del combustible contribuye a una menor corrosión para los componentes de los motores.
- Puede utilizarse en todos los vehículos nuevos.
- Su composición es de hasta 33% de energías renovables.
Luego de estudiar a Blue Gasoline en diferentes bancos de prueba, con vehículos híbridos y convencionales (modelos Volkswagen entre ellos), ya se suministra en estaciones de servicio Bosch, en las que desde 2018 únicamente se distribuía el Blue Diésel R33 para vehículos de la empresa y de reparto interno; sin embargo, ocho marcas más ya lo distribuyen en sus diferentes estaciones, por lo que se espera que la estrategia para el Blue Gasoline sea algo similar, sobre todo cuando la implementación local, hablando de Bosch, es muy positiva.
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Uwe Gackstatter (Presidente de la División Bosch Powertrain Solutions), Felix Balthasar (Gerente de Combustibles Especiales de Shell) y Sebastian Willmann (Director de Desarrollo de Motores de Combustión Interna de Volkswagen), están convencidos de que este nuevo combustible es un paso muy importante en cuanto a sustentabilidad y reducción de emisiones contaminantes.
Los directivos enfatizan que el Blue Gasoline no es una barrera para la electromovilidad; por el contrario, representa una opción ideal para que los vehículos de carga, de pasajeros e incluso híbridos, contribuyan a la reducción de contaminantes.
Tras masificarse, este nuevo combustible podría replicar los buenos resultados de Alemania en el parque mundial de automóviles, sobre todo en regiones donde la electrificación avanza más lentamente, debido a temas de subdesarrollo, gubernamentales o de infraestructura.
¿Consideras que Colombia estaría listo eventualmente para recibir esta alternativa de combustible?
