Uno de los grandes inconvenientes que provocó la pandemia por el coronavirus en la industria automotriz fue la escasez de chips. Como vimos a lo largo de este año, fueron y son varios los fabricantes que buscan diferentes soluciones a una problemática que paralizó la producción en numerosas ocasiones.
Actualmente, la falta de semiconductores generó otros problemas, como por ejemplo, la falta de autopartes. Claro, al detener la producción de vehículos, eje de la industria, otras áreas resultaron afectadas.
En concreto, los cierres por falta de chips (que hará que el 2021 culmine con un déficit de entre 7 a 9 millones de autos producidos de lo previsto) derivaron en una menor demanda de autopartes, lo que a su vez generó la disminución de la producción de piezas.
Como resultado, empezaron a faltar elementos de todo tipo
- Volkswagen detuvo su producción en su planta de Anchieta, Brasil, por falta de barras de dirección
- En Estados Unidos, la escasez es mayúscula y de todo tipo de componentes, desde filtros de aceite hasta tapizados para las cabinas y el problema continuaría hasta 2022.
- En Gran Bretaña la falta de insumos incluso ya trascienda a otras industrias.
