Muchos reprochan que los autos eléctricos al final no son 100% ecológicos, a no ser que las baterías que los impulsen se recarguen con energía solar o eólica. Ante ese desafío, algunos fabricantes de automóviles estudian cómo aprovechar al máximo la luz del sol, usando paneles de batería solares de última generación instalados en los propios vehículos.
Considerando que este es el camino más viable para cerrar el ciclo ecológico de los autos eléctricos, Toyota, junto con Sharp, anuncian un plan para comenzar pruebas en carreteras públicas con vehículos solares.
Dichas pruebas tienen como objetivo evaluar la efectividad de las mejoras en autonomía y desempeño energético de los vehículos electrificados, equipados con baterías solares de alta eficiencia.
Como parte de este proceso, Sharp fue el encargado de transformar sus celdas de batería solar de alta eficiencia para adaptarlas en el prototipo de un Prius Prime o PHV (por Plug-In Hybrid Vehicle), específicamente en las áreas del techo, capó y la compuerta del baúl.
Las celdas que recubren buena parte de la carrocería tienen un espesor de apensa 0,03 mm.
Al mejorar la eficiencia del panel de batería solar y expandir su área, Toyota pudo lograr una producción de energía nominal cercana a los 860 W, esto es aproximadamente 4,8 veces más en comparación con la energía que produce el Prius PHV convencional equipado con un sistema de carga solar.
Además de aumentar sustancialmente su producción de energía, el prototipo a prueba emplea un sistema que recarga la batería mientras el vehículo está estacionado y también mientras se conduce, un desarrollo que debería mejorar considerablemente la autonomía.