El grupo que compone el equipo del BMW i sabe del serio compromiso de lanzar al mercado vehículos eléctricos, que además de ofrecer buena autonomía, deben estar a la altura de los estándares de confort, calidad de materiales, transmisión y suspensión que brinda la firma germana, llevó al iX3, y el i4 a la demandante de Arjeplog, Suecia.
En las superficies de los lagos congelados y la nieve, los motores eléctricos, las baterías de alta tensión y la tecnología eDrive de BMW, así como los sistemas de control de suspensión están demostrando su alto nivel de rendimiento y fiabilidad.
Vamos por partes…
El iX3 es un SAV (Sports Activity Vehicle) eléctrico que según los ingenieros de la marca teutona estará en los mercados del mundo en 2020. Este vehículo cuenta con la quinta generación de la tecnología e Drive y un potente motor que garantiza 400 kilómetros de autonomía. El iX3 será el primer modelo fabricado en la planta que tienen en conjunto BMW y Brilliance en Shenyang, China, para todos los mercados.
Por otro lado, el BMW i4, sedán deportivo de cuatro puertas, dispone de una autonomía de 600 kilómetros, acelera de 0-100Km/h en 4 segundos y su velocidad máxima es de 200 Km/h. Este vehículo se producirá en la planta de Múnich desde 2021.
Las pruebas para estos modelos son las más exhaustivas que puede tener una marca Premium –Si se tiene en cuenta el escenario del Círculo Polar Ártico-. De ahí se esperan los mejores resultados para poder planear su lanzamiento global.
Entre bielas y bujías
Un mes atrás, el iNEXT, que interpreta el futuro de la conducción según la firma alemana tuvo su prueba bajo cero en el Centro de Arjeplog. Es así, como se ve un diseño audaz, que va combinado con los diferentes niveles de conducción autónoma, y lo último en conectividad, con el fin de mostrar lo que es para BMW, el placer de conducir.
No cabe duda, que el BMW Group mantiene una apuesta clara sobre la movilidad sostenible y todo lo que de ahí se desprende.