
La primera información que conocimos del BYD Yuan Up se produjo a mediados de diciembre de 2023 y surgió tras una filtración que se produjo a raíz de su registro ante el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China; entonces conocimos sus dimensiones, su estética y se anticipaba que, al presentarse a principios de 2024 en el Gigante de Oriente, se instalaría un escaño atrás que su hermano el Yuan Plus EV. La gran sorpresa se produjo apenas siete meses después, cuando se anunció su llegada a Colombia, como una apuesta ganadora del fabricante oriental por conquistar el segmento de acceso de los SUV eléctricos en nuestro país. Desde entones, la equilibrada y favorable oferta del Yuan Up le ha permitido consolidarse como el vehículo eléctrico más vendido en el país: en el consolidado al cierre del primer semestre del año, este modelo cerró con 2.196 registros nuevos y una participación de mercado del 30,1% en su segmento.
Solo para dejar claro que el éxito del Yuan Up no ha sido una cuestión momentánea, vale la pena señalar que este modelo de BYD es el único vehículo eléctrico que se “coló” en el Top 10 de los vehículos con mayor volumen de matrículas nuevas en Colombia durante agosto pasado: quedó en el noveno puesto con 440 registros.
Con tales antecedentes, decidimos hacer una prueba de manejo para corroborar las virtudes del Yuan Up y determinar los principales argumentos que favorecen a este modelo en el segmento de los SUV EV de entrada del mercado colombiano.
Primera razón: sí, el precio es un factor clave
Pongamos un ejemplo: el Jeep Avenger eléctrico, que tanto nos agradó, costaba a la fecha que lo probamos poco más de 160 millones de pesos y compite en el mismo segmento de los SUVs subcompactos en el que está el Yuan Up, cuya oferta inicia desde 110 millones de pesos.
Si bien esta diferencia resultaría importante incluso en el segmento premium, resulta más significativa en un nicho de mayor volumen, como el que nos compete en estos renglones, donde se valora cualquier ahorro, más cuando gastar menos implica que no haya necesariamente sacrificios: aquí la virtud del Yuan Up es no tiene faltantes graves de equipamiento o, más bien, no se extraña nada, porque ofrece todo lo indispensable.
En verdad, puede que algún usuario extrañe un techo corredizo o alguna asistencia de seguridad activa adicional, pero el equilibrio de toda la propuesta se termina por imponer y los volúmenes no mienten, puesto que, así BYD ya tenga unos buenos años en Colombia (representada desde 2015 por Motorysa), tampoco es una marca que la gente compra por inercia, independiente de lo que ofrezca.
Segunda razón: diseño sin riesgos
El viejo juego de los fabricantes asiáticos, incluso conforme van evolucionando, es parecerse a algo más sin que sea demasiado evidente la inspiración. Lo vienen haciendo Hyundai y Kia desde hace tres décadas al llevar diseñadores europeos a Corea del Sur. Esa estrategia la están copiando las marcas chinas, unas con mayor éxito, como es el caso de BYD.
En el caso del Yuan Up, tenemos una propuesta estética que se distancia un poco de sus primos de la familia Ocean (como Seal, Dolphin y Seagull), porque hace parte de la familia Dynasty; aquí se aplica el lenguaje de diseño que la marca denomina Dragon Face. Esto implica un conjunto robusto, limpio y con trazos fluidos que ofrece una imagen moderna, que en todo caso evidencia el ADN de la marca.
Acá el punto a favor de este SUV es lograr proyectar esa seguridad y sobriedad en el diseño que bien podrían vincularse más con las propuestas alemanas; pero es esa limpieza de superficies y líneas la que logra crear una estética casi que atemporal.
El Yuan Up adopta esa filosofía en una figura que prioriza el espacio sin parecer poco elaborada y sin acercarse al estilo de un monovolumen, pues esa característica de lucir como un todoterreno es indispensable para su clientela, que quiere evitar a toda costa conducir un automóvil.
Tercera razón: tecnología expedita
Funcionaba para Tesla en el 2012 y funciona para BYD casi década y media después; lo hizo el iPhone en el 2007 y ahora todos los celulares son prácticamente iguales. La idea de prescindir de la mayoría de los botones físicos (muy extendida entre las marcas chinas), para dejar solo algunos indispensables y estandarizar la cabina a un nivel de minimalismo extremo, hace que el vehículo luzca más moderno así no necesariamente lo sea; simplemente se delegan más funciones a una pantalla y eso le gusta a muchos usuarios.
Dar la posibilidad de que el monitor central rote, como lo hace el del Yuan Up (además tiene una interfaz gráfica muy atractiva y de rápida gestión), gusta aún más y, de nuevo, transmite esa idea de modernidad a quienes ven al vehículo como otro objeto más en su rutina.
Además de tener una cabina que luce moderna, espaciosa y donde la mayoría de controles se gobiernan desde la enorme pantalla de 12,8”, en el Yuan Up hay muchos recursos tecnológicos que destacan en su segmento, tales como: sistema de acceso NFC, freno de estacionamiento eléctrico con auto-hold, inicio por control remoto, control crucero, cargador inalámbrico para celular, cámara de estacionamiento 360°, aire acondicionado automático, sistema de purificación de aire, sillas delanteras con ajuste eléctrico y panel de instrumentos LCD de 8,8”, además de los tapizados en cuero sintético.
Es en este apartado donde la relación beneficio/precio resulta muy razonable para el usuario, asociada además al plus de tener un vehículo eléctrico; eso destaca y ayuda a vender.
Cuarta razón: bien contextualizado a nuestro mercado
El consumidor busca una “camioneta” y eso es lo que BYD les ofrece. Además, los seduce con un precio razonable y que incluso puede resultar menor frente al promedio de la oferta comparable; la marca oriental también entrega eso. Ese potencial comprador también va detrás de algo que luzca moderno y vigente y el Yuan Up tampoco defrauda en ese rubro.
Luego están los requerimientos adaptados a las necesidades de nuestra realidad. El tamaño es el correcto para circular en nuestras improvisadas ciudades, sin sacrificar espacio a bordo; en todo caso, habría que decir que los 265 litros de volumen de carga (ampliables hasta 1.210 litros) pueden resultar insuficientes para recorridos familiares largos.
Por otro lado, la altura al suelo es la suficiente para no sufrir en nuestra infame malla vial. Además, el Yuan Up es de los pocos eléctricos del mercado que cuenta con una necesaria llanta de repuesto, que igual no debería utilizarse mucho si consideramos el buen perfil de llanta (215/65) al tener unos rines no muy grandes (17”).
El desempeño de sus 174 caballos y 290 Nm es fantástico para adelantar camiones en nuestras numerosas carreteras de carril sencillo y, a un ritmo razonable, el consumo energético permite superar los 350 kilómetros de autonomía, una cifra nada espectacular, pero suficiente para los trayectos de la mayoría de clientes que adquieren un SUV de este tamaño y que suelen circular principalmente en circuitos urbanos.
Quinta razón: la calidad no es una incógnita
Decir a estas alturas que la batería de un eléctrico no servirá dentro de cinco o diez años y que se degrada como si fuera la de un celular, es pecar de ingenuo. Uno no se puede dejar llevar por mitos urbanos o por afirmaciones obsoletas que suelen caer en el terreno de los chismes o la especulación.
Al comienzo de la pasada década llegó al país la primera ola de taxis eléctricos de BYD (unos grandes y azules), algunos de esos aún se mantienen rodando con más medio millón de kilómetros a cuestas y sin que la autonomía esté seriamente comprometida.
Ahora, otra de las ventajas de los más recientes modelos del fabricante oriental es que cuentan con la famosa batería Blade (de 45 kWh de capacidad en el Yuan Up), referente en la industria en términos de resistencia, seguridad, rendimiento y durabilidad, al punto que fabricantes como Toyota también las usan.
Las pruebas de seguridad y resistencia de los acumuladores de BYD son impresionantes; incluso, cuando se logran perforar no se sobrecalientan ni explotan, como sí podría suceder con otro tipo de baterías. A nuestro juicio, este aspecto debería ser una preocupación menor al adquirir un Yuan Up; de hecho, el mantenimiento requerido en este rubro está al nivel de cualquier otro aspecto del auto, como suspensión, frenos o llantas
