
Mientras en Colombia las ventas de vehículos eléctricos (EV) crecen a un ritmo del 25%, al cierre de mayo, según el más reciente reporte de Fenalco-Andi, el tema resulta crítico en mercados del primer mundo. Tenemos el caso de Tesla, que cada vez pierde más impulso y no solo en Europa: según datos de S&P Global Mobility, durante abril, las ventas de vehículos eléctricos de la marca cayeron un 16% en EE. UU. , donde totalizó apenas 39.913 unidades. La caída, que ya se registraba en el Viejo Continente, refleja una tendencia clara de enfriamiento en la demanda.
Mientras Tesla resbala, GM pisa fuerte: Chevrolet creció 215% en registros de EV, superando a Ford, que cayó en un 33%. En general, el mercado de eléctricos en Estados Unidos también se enfrió: bajó 4,4% en el interanual y la participación de mercado cayó de 7,4% a 6,6%.
En cuanto a Tesla, solo el Model 3 logró crecer, mientras que el resto cayó en ventas, en parte por la transición al nuevo Model Y, que forzó cierres temporales de fábricas; pero lo más alarmante es el golpe que sufre en Europa: solo en Francia, Tesla cayó 49% en abril y 67% en mayo.
La figura de Elon Musk no ayuda: sus posturas políticas le han pasado factura. Si bien recientemente rompió relación con Donald Trump, luego de semanas de tensión y ataques cruzados, los consumidores no están felices. Además, el distanciamiento con Trump, lejos de mejorar la imagen de Musk, lo dejó atrapado entre dos mundos: al perder el respaldo conservador y sin recuperar al comprador liberal, que alguna vez lo admiró como pionero tecnológico.
Con rivales creciendo, protestas en concesionarios y un CEO cada vez más impredecible, Tesla enfrenta una crisis más profunda que una simple baja de producción. El auto eléctrico ya no se vende solo y la marca de Musk lo está comprobando a nivel global.
