
La industria automotriz china simplemente no para de crecer tanto en su propio país como en el resto del mundo. Su alcance ha sido tal que, incluso, dentro del propio país la competencia se está volviendo tan feroz que el mismo gobierno estaría dispuesto a intervenir para fortalecer a la propia industria y, a su vez, mantener control en la misma.
Según diferentes reportes de Nikkei Asia y South China Morning Post el gobierno chino estaría presionando a las marcas en las que el Estado tiene participación a fusionarse para ser competitivas contra otras que son totalmente privadas; en ese contexto, el mayor rival que tienen dentro de su país es nada menos que BYD.
Con la fusión de estas marcas buscarían mayor eficiencia en términos de desarrollo, administración para evitar la redundancia de productos y acelerar la transición de China a una movilidad mayormente eléctrica en menos tiempo.
Aparentemente con ello sus operaciones requerirían menos recursos de todo tipo y, en general, serían más competitivas tanto en China como en el resto del mundo. Changan, Dongfeng y FAW son marcas que tienen participación del Estado y, por el momento, el rumor más fuerte de alguna fusión se centra en Changan y Dongfeng.
Si estas dos últimas mencionadas se convirtieran en una, se posicionarían como el fabricante chino de autos eléctricos más grande del mercado, superando a BYD que tiene mayor control privado.
A pesar de lo anterior, un factor que podría intervenir en estas fusiones son las alianzas que cada marca tiene con otras extranjeras. Como sabemos, cualquier marca que no sea china debe producir sus autos dentro de ese país para poder venderlos sin recibir un arancel enorme, que básicamente los vuelve imposibles de pagar para los clientes tradicionales. Dongfeng trabaja con Nissan, Honda, Peugeot y Citroën, mientras que Changan hace lo propio con Ford y Mazda, por lo que cualquiera de ellas podría buscar presionar para no compartir información o algún otro detalle con sus rivales directos.