
Desde hace tiempo se sabe que la marca de los cuatro aros busca una estrategia para designar a sus modelos eléctricos sin tener que recurrir necesariamente a añadir la sigla "e-tron" para todo. Al final, se les ocurrió algo muy simple y útil: dejar los números pares a los vehículos 100% eléctricos y reservar los números impares para los modelos de combustión.
A partir de ahora, la denominación alfanumérica global del modelo constará de una o más letras y un número. Las letras A y Q siguen estableciendo diferencias entre los vehículos hatchback/cupé/sedanes y los SUV, mientras que los números (actualmente del uno al ocho) permiten una clasificación clara, independiente del tipo de propulsión. Como resultado, la categorización anterior entre las diferentes tecnologías de propulsión (según los números pares e impares de los modelos) ya no aplica.
De este modo, gracias a la orientación según el tamaño y el posicionamiento los modelos totalmente eléctricos pueden compartir la misma combinación de letras y números con los vehículos con motor de combustión. La diferenciación necesaria en cada modelo se realiza al utilizar el tipo de carrocería (por ejemplo, Avant, Sedan o Sportback) y el código del sistema de propulsión (por ejemplo, e-tron, TFSIe, TFSI o TDI).
El primer modelo nuevo que utilizará esta nomenclatura será el Audi A6 con motor de combustión, que representa la larga y exitosa historia de la marca en el segmento de las berlinas del segmento D y que se presentará globalmente el 4 de marzo. Gracias al código del sistema de propulsión, el A6 Avant TFSI, por ejemplo, se diferenciará claramente del A6 Avant e-tron totalmente eléctrico.