
Citroën cerró el año pasado en el puesto 17° en el cuadro de marcas más vendidas en Colombia, con un total de 1.754 vehículos nuevos matriculados, lo que supuso una contracción del -7,5% con respecto al 2023 y una participación de mercado del 0,9%, según datos reportados en el más reciente informe de sector publicado por Fenalco-Andi.
Al hacer zoom en los modelos o líneas más exitosos en Colombia, el Citroën C3 aparece como el más vendido por la marca francesa en el 2024, posicionándose en el puesto 26°, con un reporte de 1.078 unidades. El éxito de este hatchback, que representa poco más del 60% de las ventas locales, se debe a la nueva estrategia del fabricante francés en la región, basada en el proyecto C-Cubed. Este proyecto introdujo inicialmente en Colombia el C3 en 2023, luego permitió la llegada del Aircross en el último cuatrimestre del año pasado y pronto sumará formalmente al Basalt, una especie de crossover/sedán con énfasis en la aventura, que la marca presentó brevemente en el Salón del Automóvil de Bogotá 2024.
Aunque estábamos acostumbrados a ver modelos Citroën más suntuosos, estos tres productos comparten una plataforma moderna y global, derivada de la misma CMP que el grupo Stellantis usa en vehículos como los Peugeot 208 y 2008.
Para el caso del Aircross, la marca conserva el “clásico” motor 1,6 litros VTi (que impulsa la versión de entrada Feel MT) y suma el nuevo bloque T200 (de un litro), para las versiones Shine Turbo de 5 y 7 puestos, siendo esta última la que tuvimos a prueba ($81.990.000).
Una de las grandes ventajas del Aircross (al que por defecto se le quita la partícula C3 para afianzar una identidad propia, por lo menos en nuestro país) es que estrena la posibilidad de ofrecer hasta siete asientos, algo poco frecuente en el segmento B y que se convierte en una solución asequible para las familias numerosas.
Con esa particularidad, los rivales más cercanos del Aircross son: Chevrolet Spin (recién llegada al ruedo local por $98.990.000) y el Jetour X70 Sport ($106.990.000). Aunque existen más camionetas “muevegente” o con capacidad para siete pasajeros, como la Chevrolet Captiva XL y la Mitsubishi XPander, su mayor precio y refinamiento las sitúan en otro nivel.
Citroën Aircross: diseño
El anterior C3 Aircross nació como un monovolumen al que se le añadió esa parafernalia que suele orientar los modelos hacia el off-road, mientras que esta nueva generación tiene una genética SUV desde su origen, lo que se evidencia en un capó más horizontal, guardabarros abultados y una favorable distancia de despeje al piso de 233 milímetros.
En comparación con el C3 hatchback, el Aircross es notablemente más grande, no solo por sus 339 mm adicionales de longitud, de los cuales 135 mm corresponden a la distancia entre ejes, sino también por su mayor ancho, algo especialmente evidente en los pasos de rueda, que sobresalen respecto a las luces y las puertas.
Frente a sus rivales, el Aircross es el 'muevegente' de entrada con las dimensiones más contenidas. Con 4.310 milímetros de longitud, es 415 mm y 100 mm más corto que el X70 y el Spin, respectivamente. Sin embargo, resulta curioso que tenga una mayor distancia entre ejes (2.675 mm) frente a los 2.620 mm del Spin, lo que favorece un mayor espacio para los ocupantes.
El buen aprovechamiento del espacio en el Citroën también se refleja en su capacidad de carga. Mientras que el Chevrolet Spin ofrece 553 litros con la tercera fila abatida, el Aircross dispone de 493 litros en las mismas condiciones.
Siguiendo los trazos de la nueva familia C-Cubed, el Aircross combina las típicas líneas redondeadas de la marca, que generan volumen sin desentonar con las aristas y nervaduras presentes en los guardabarros, la compuerta del baúl y las luces traseras. Su diseño se complementa con un ancho pilar trasero con tercera ventanilla, que emula al C5 Aircross, y con el nuevo frontal de la marca, que incluye luces de conducción diurna en LED. En este aspecto, el Spin lleva ventaja, pues sus luces delanteras también son LED y automáticas.
Detalles como las luces traseras 'C Type', las barras de techo longitudinales, las manijas exteriores del color de la carrocería, los skidplates delantero y trasero plateados y los rines de aleación diamantada de 17” (frente a los de 16” del Spin y los de 20” del X70 Sport) refuerzan su imagen atractiva, moderna, equilibrada y sólida. A nuestro juicio, el diseño es una de las grandes fortalezas de este SUV francés, fabricado en Brasil.
Citroën Aircross: interior y equipamiento
La primera impresión del habitáculo del Aircross evoca modernidad, funcionalidad y juventud, con un interesante juego de texturas, contornos curvos y un predominio del negro y el gris. El Aircross replica el tablero de su hermano, el C3, pero al posicionarse un escalón arriba en el portafolio, suma algunos elementos, decorados y tonalidades especiales, como el panel de la plancha de a bordo metalizado en tono bronce.
Si bien el sistema multimedia es el conocido Citroën Connect, con pantalla flotante, táctil y horizontal de 10” (frente a las 11” del Spin y las 12,3” del X70), la mejora más notable está en el panel de instrumentos. En lugar del esquema digital monocromático del C3, incorpora un moderno monitor digital TFT de 7” a color, aunque algo pequeño si se compara con el panel de 8” del Spin. Aun así, ofrece gráficos agradables e información clara, incluyendo temperatura del agua, nivel de combustible, tacómetro y consumos.
En cuanto al sistema multimedia, aunque no cuenta con navegador propio, permite la replicación inalámbrica de dispositivos Android y Apple. Lo que sí se extraña es un cargador por inducción, aunque ninguno de sus competidores inmediatos lo ofrece.
Por otro lado, consideramos que hay margen de mejora en la calidad de los plásticos y en la percepción del eco-cuero de los tapizados, que podría transmitir una sensación más natural. No obstante, todos los componentes y partes se perciben bien integrados y sólidos.
El Aircross destaca por el original diseño de sus salidas de aire, a juego con el decorado del volante multifunción. También se agradece la buena cantidad de portaobjetos, el apoyabrazos abatible para el conductor y el sistema de ventilación en el techo para las plazas traseras, aunque este último tiene un diseño algo intrusivo y resulta un poco ruidoso.
La diferencia de precio con sus rivales, en particular con el X70, les permite incluir elementos que no están presentes en el Aircross, como botón de encendido, asientos corredizos en la segunda fila, cámara panorámica 3D o función de registro de conducción.
La segunda fila de asientos es realmente espaciosa, tanto para las piernas como para la cabeza. Un detalle particular es que los controles de las ventanillas están ubicados entre las butacas delanteras. En cuanto a la tercera fila, hay buen espacio para la cabeza, pero al estar los asientos prácticamente al nivel del suelo, no queda lugar para las piernas. Por ello, consideramos que estos puestos son ideales para niños o, en su defecto, para adultos en trayectos cortos.
El acceso y salida de la tercera fila requiere cierta flexibilidad por parte de los pasajeros, pues el ancho de la puerta es limitado y obliga a agacharse bastante para ingresar o salir.
Como es lógico en un vehículo compacto con capacidad para siete pasajeros, el espacio del baúl se reduce al mínimo cuando todos los asientos están en uso. Para mejorar la modularidad, el Aircross permite plegar las dos sillas de la tercera fila y ganar capacidad, e incluso retirarlas por completo para dejar un piso plano con más espacio. A su vez, los respaldos de la segunda fila pueden plegarse de forma asimétrica para ampliar aún más el área de carga.
Finalmente, vale mencionar que la llanta de repuesto está ubicada debajo del piso del baúl, en la parte externa, y es del tipo temporal.
Citroën Aircross: mecánica y seguridad
La versión Shine AT Turbo 7P del Aircross que probamos equipa un motor tricilíndrico T200, el mismo que ya conocemos en la versión Impetus del Fiat Pulse. Se trata de un bloque de un litro con inyección directa y turboalimentación, que entrega 120 caballos de potencia y 200 Nm de torque.
El conjunto mecánico se complementa con una caja automática CVT, que puede simular siete marchas mediante la palanca de cambios.
En términos de potencia, el Citroën supera en 15 hp al Chevrolet Spin, pero queda 25 hp por debajo del Jetour X70, que cuenta con un eficiente motor Chery turbo de cuatro cilindros y 1,5 litros (145 hp). Sin embargo, el Aircross destaca por su generoso torque, que supera en 35 Nm la cifra del Spin y queda a solo 10 Nm del X70.
Como su motor es de apenas un litro de cilindrada, en teoría, el consumo de combustible del Aircross es mucho más eficiente que el de sus rivales. Esto es un factor clave, puesto que, como suele ocurrir con los motores turbo, se recomienda el uso de gasolina Extra para un desempeño óptimo.
Otro punto a favor del Citroën es su bajo peso (1.199 kg), lo que le otorga una mejor relación peso/potencia. Mientras que el Aircross registra 9,99 kg por cada caballo de fuerza, el Spin alcanza 12,3 kg/hp y el X70 Sport 10,7 kg/hp.
En materia de seguridad, el equipamiento del Aircross es adecuado para nuestro mercado. Incluye frenos ABS con Repartidor Electrónico de Frenado y Asistencia al Frenado de Urgencia, control de estabilidad, control de tracción, asistente de arranque en pendiente, cuatro airbags (frente a los dos del X70 y los seis del Spin), sensores de estacionamiento trasero, cámara de visión trasera y monitoreo de presión de llantas, entre otros. Es importante señalar que este modelo no tuvo buenos resultados en las pruebas de Latin NCAP. En este aspecto, el SUV de Jetour justifica su mayor precio al ofrecer algunas asistencias avanzadas a la conducción (ADAS), como alerta de cambio de carril, monitoreo de punto ciego y función de retención automática.
Citroën Aircross: manejo
Detalles a tener en cuenta antes de arrancar: el Aircross tiene un vistoso timón de buen agarre, aunque solo regula en altura. La posición básica de la silla del conductor es particularmente alta, lo que favorece la visibilidad perimetral, pero no contribuye a generar la sensación de un bajo centro de gravedad.
El tacto y la sensación del tapizado de las sillas es algo duro, aunque resultan cómodas en trayectos largos. Ofrecen una buena sujeción lateral, aunque carecen de apoyo lumbar. La disposición y manejo de los controles es intuitiva, y es un acierto la adopción del nuevo panel de instrumentos, bien resguardado por la visera para facilitar su lectura bajo cualquier condición de luz. Proporciona información clara y gráficos atractivos, aunque se extraña un tacómetro convencional, pues se reemplazó por uno con formato tipo barra.
Al girar la llave en el contacto, sorprende la ausencia de ruido y vibraciones típicas de los motores tricilíndricos. No obstante, al exigir el acelerador, se percibe una ligera demora en la entrega de potencia, que se disipa cuando el motor supera las 1.700 rpm. A partir de ese punto, la mecánica responde con solvencia y saca a relucir su generoso torque.
Otro punto a favor es la respuesta inmediata del Aircross al menor giro del timón. A baja velocidad, la dirección eléctrica es muy suave, pero se endurece progresivamente al alcanzar aproximadamente los 60 km/h. En estas condiciones, la sensación de marcha y el reglaje de las suspensiones mantienen el enfoque característico de Citroën: priorizar la comodidad.
Por otro lado, consideramos que la sensación que transmite la barra de cambios y la rapidez de su acople podrían mejorar; sin embargo, su gestión es efectiva y cumple bien su función.
Finalmente, al circular a velocidad de crucero el comportamiento del Aircross cambia ligeramente. Al superar los 120 km/h, transmite cierta inestabilidad; no al punto de ser preocupante, pero su alto centro de gravedad, la elevada distancia al suelo y la suavidad de las suspensiones invitan a conducir con mayor mesura.
Entre sus puntos fuertes destacan su diseño llamativo, el espacio interior y la posibilidad de transportar hasta siete pasajeros (aunque sea necesario recurrir a las barras de techo para el equipaje). Por otro lado, si bien la percepción de calidad del habitáculo podría mejorar, el ensamble se siente más sólido que en otros modelos fabricados en Brasil. También sobresalen su comodidad de marcha y el equilibrio general de sus prestaciones.
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