Ferrari suministrará motores y cajas de cambio a Cadillac para su esperado ingreso en la Fórmula 1 a partir del 2026. Este acuerdo multianual, sujeto todavía a la aprobación de la Federación Internacional del Automóvil y la propia F1, marca un hito importante en la categoría reina del automovilismo.
La noticia, anunciada por Ferrari, detalla que la colaboración con Andretti Formula Racing LLC, a cargo del proyecto de Cadillac, permitirá al equipo contar con unidades de potencia de Maranello en su primera etapa dentro del Gran Circo.
Este convenio coincide con la era de nuevos motores, que serán más sostenibles y eficientes. La disponibilidad de estos suministros por parte de Ferrari surge debido a que Sauber pasará a ser el equipo de fábrica de Audi, liberando recursos para nuevas colaboraciones.
Mientras Ferrari impulsará los primeros años de Cadillac en la Fórmula 1, General Motors expresó su intención de convertirse en fabricante de motores. El objetivo es transformar a Cadillac en un equipo de fábrica completo antes del final de la década, para consolidar su lugar en la parrilla con unidades de potencia propias.
Este movimiento demuestra la visión a largo plazo de GM en la F1, al respaldar la ambición de Cadillac de competir al más alto nivel en un deporte que sigue ganando terreno en Estados Unidos.
La presencia de Mario Andretti, campeón del mundo en 1978, como director en la junta del equipo es un factor clave. Andretti aporta no solo un nombre legendario, sino también la experiencia y el prestigio necesarios para atraer el interés del público norteamericano y global.
La entrada de Cadillac la respalda financieramente GM y TWG Global, quienes pagarán una cuota anti-dilución de 450 millones de dólares, que se repartirán entre las 10 escuderías actuales.
Ferrari no solo suministra motores a su propio equipo de fábrica, sino también a Haas F1 Team, consolidando su influencia dentro de la Fórmula 1. Con esta nueva alianza con Cadillac, Ferrari refuerza su posición como un proveedor clave en la parrilla y expande su presencia en el mercado estadounidense, que crece exponencialmente gracias al éxito mediático de la Fórmula 1.