Mazda llegó a Beijing con el sable desenvainado, pues además del lanzamiento del sedán EZ-6, la marca de Hiroshima lució un nuevo SUV conceptual, que parece anticipar las líneas maestras de la próxima actualización de la CX-5, llamada Arata.
Este crossover lo diseñó Eiji Kimoto, diseñador en jefe de Mazda, quien parece marcar un cambio de timón importante en la estética de la firma japonesa, al retomar el estilo afilado que imprimió en sus autos antes del arribo de los modelos CX-90, CX-60 y CX-70, con un frontal más chato.
“Este auto se diseñó bajo la idea de Alma + Futuro x Modernidad. Incorpora formas futuristas y modernas que evocan la imagen de una nueva forma de vida con vehículos de nueva energía, al tiempo que fusiona el 'alma del movimiento' que persigue Mazda Design y el sentido de vida exclusivo del diseño Kodo”, publicó la marca en un comunicado de prensa.
Viendo el frontal, podemos adivinar que están pensando en un vehículo eléctrico, pues sólo encontramos una enorme entrada de aire en la parte baja del parachoques, el resto del frente es cerrado y la parrilla se destaca mediante un marco LED.
Si nos fijamos en el lateral, también encontraremos un lenguaje de diseño totalmente Mazda, con líneas que nos llevan de inmediato al CX-30, principalmente por la ancha cadera trasera y la marcada caída del vidrio posterior.
Finalmente, en la parte posterior saltan de inmediato unas farolas muy delgadas, con dos módulos por lado, unidas en el centro por la palabra Mazda, también iluminada en rojo. Los rines ponen la cereza del pastel, totalmente negros, con forma de ringlete, que nos encantaría ver en alguno de sus modelos actuales.
Desde hace muchos años Mazda goza con entuasiasmar a sus aficionados con estos autos conceptuales, maquetas que poco a poco adelantan hacia dónde irá el diseño de sus futuros modelos.