La disminución de la contaminación por parte de los vehículos motorizados es un tema que no solo involucra a la industria automotriz, más allá de que es cierto que los mayores esfuerzos provienen de los fabricantes, principales responsables de las emisiones que atentaron contra el medio ambiente, y que en la actualidad, al menos en su mayoría, transitan el camino que algún día les permita ofrecer únicamente autos cero emisiones.
En esta cruzada ambientalista también participan gobiernos nacionales y locales, de forma independiente o en conjunto con empresas privadas, que no necesariamente producen vehículos. En el primer caso, los gobiernos trabajan regulando las emisiones para obligar a las automotrices a reducirlas. En el segundo, desarrollan con firmas especializadas ciertas soluciones que, por ejemplo, involucran a las vías o carreteras sobre las que transitan los automotores.
En el último grupo podemos encontrar algunos proyectos que se llevaron a cabo en Suecia. El primero tuvo lugar en 2016, cuando se realizó un corredor con cables electrificados para camiones, emulando el sistema empleado en los tranvía o trolebuses, y con el objetivo de mantener las baterías cargadas de los “gigantes” electrificados (híbridos en aquel caso).
Para este año, la influencia estuvo en el slot (también conocido en otras latitudes como Scalextric), al colocar rieles en el asfalto para cargar las baterías de los autos eléctricos, mismos que deben equiparse con un conector. Tanto una como otra solución, se llevaron a cabo en tramos de rutas públicas.
Carriles electrificados, la nueva solución
Durante los últimos meses, en el país nórdico se siguió trabajando en un nuevo proyecto. Esta vez no se trata del uso de cables o conectores para cargar las baterías de los vehículos, sino de un sistema de carga inalámbrica. ¿Cómo? A partir del empleo de paneles, ubicados tanto en la ruta como en los automotores.
Emulando los cada vez más populares sistemas de recarga de los teléfonos celulares, los vehículos no necesitan de conector alguno para recibir la energía ubicada en el piso: solamente basta con pasar por encima de los paneles. Si bien no se especifica, se espera que la solución comience a implementarse en un solo carril del camino elegido. En esta opción de desarrollo también hay importantes avances de Volvo.
La primera ruta electrificada del mundo para vehículos particulares tendrá una extensión inicial de 21 kilómetros y se espera inaugurar en el 2025. Se ubicará en la E20, ruta que recorre las principales ciudades del país escandinavo (Estocolmo, Gotemburgo y Malmö). El proyecto a largo plazo contempla la construcción de más de 3.000 kilómetros de caminos de este tipo.
Esta clase de proyectos permitirían no solo disminuir la autonomía que necesitan los autos eléctricos, sino también minimizar el tamaño de las baterías, aspecto crucial para poder hacer más baratos estos vehículos, siendo uno de los principales inconvenientes que atraviesa la movilidad a batería en la actualidad.
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Así será la primera ruta electrificada del mundo
