Hay algunos conceptos o preconceptos del público respecto de los autos; por ejemplo, se tiende a pensar que un SUV resulta más costoso que su equivalente sedán o también se cree que cuánto más grande, más caro es el modelo.
Curiosamente, entre un citycar (segmento A) y uno pequeño (B) no hay grandes diferencias de costos; no resulta más caro por los centímetros extra de carrocería, sino por los adicionales de calidad, equipamiento, etc. Aún así, los costos son muy similares, lo que hace que el margen de ganancia en los autos urbanos sea muy estrecho.
Todo esto te lo cuento en primera persona, que me dedico al periodismo especializado en autos desde hace más de 20 años, pero es mucho más signiificativo cuando lo confirma un alto ejecutivo de uno de los fabricantes de autos más grandes del mundo.
Bentley Vs. ID2.all: ¿cuál da más dolor de cabeza?
Andreas, Mindt llegó a ser el jefe de diseño de Bentley (marca de ultralujo propiedad del Grupo VW) antes de volver a la marca Volkswagen, donde trabajó previamente en proyectos como los Golf 7 y Tiguan original.
El primer trabajo de Mindt como Director de Diseño de Volkswagen fue el concept ID2.all, que inaugura el asalto masivo de la casa alemana al mundo de los autos eléctricos. Con motivo del estreno del modelo, el ejecutivo comentó:
"Es como patear un penal sin arquero. Es fácil. Mucha gente cree que los diseñadores de hiperautos son unos genios, pero es muy fácil de hacer. Para diseñar un auto chico como el ID.2all, tienes que trabajar duro y la gente no entiende eso. Es más difícil de diseñar.”
¿Por qué es tan difícil diseñar un auto chico?
Vamos a la inversa, cuando se diseña un auto grande y que mecánicamente permite tener proporciones ideales (capó largo, techo bajo y carrocería ancha) la tarea es más fácil. Súmale que casi no hay límites de costos y que se van a producir muy pocas unidades.
Por el contrario, cuando se diseña un auto pequeño la presión es superior en muchos aspectos, pues no basta con tener buen gusto y además se debe considerar:
- Tentar a millones de personas en mercados muy distintos
- Atender a las limitaciones mecánicas
- Cumplir con parámetros de practicidad, dinámicos, aerodinámicos, de seguridad, etc.
Combina todo lo anterior con inversiones multimillonarias, que hay que recuperar, por lo que no se puede fallar. Además, son miles las limitantes existentes: costos de desarrollo, de producción y distribución, a lo que se suma el hecho de cumplir con normativas de todo tipo. Ahora sí, vas a entender mucho mejor las palabras de Mindt.
Mientras marcas como Mercedes-Benz se dan el lujo de hacer lo que se llama sobreingeniería en modelos como el Clase E, la propia VW, por ejemplo, cambió antes de tiempo el Golf VI por el VII porque el primero era muy costoso de producir, con respecto de los objetivos de precio de la marca… y eso que Volkswagen suele cobrar un poco más que los demás en igualdad de modelo y segmento.
Lo anterior no quiere decir que hacer un auto de lujo sea fácil, más cuándo se exploran límites, un ejemplo dentro del propio Grupo VW fue el Bugatti Veyron que resultó un verdadero dolor de cabeza, tuvo innumerables demoras y su costo, al parecer, no quedó cubierto ni por el exuberante precio de venta.