Toda esa atención al detalle y exclusividad que caracterizan a los vehículos Rolls-Royce, ahora es llevada a un modelo a escala, específicamente a un Cullinan de 66 centímetros de largo, 25,4 cm de ancho y 22,8 cm de alto.
Desarrollado a escala 1:8 por Rolls-Royce, este peculiar Cullinan es una auténtica réplica a pesar de sus diminutas dimensiones. Bien sea visto por fuera o por dentro, este modelo reproduce a la perfección cada una de las piezas y detalles de diseño que conforman a este SUV.
Para tener una idea de lo detallado que este Cullinan, vale decir que cada vehículo está integrado por más de mil piezas, según las especificaciones ordenadas por el cliente. Ante tal cantidad de componentes y el tamaño de los mismos, el artesano que arma el SUV requiere más de 450 horas para culminar la obra, esto es más de la mitad del tiempo que se necesita para armar uno de tamaño real.
Otro de los detalles que hacen especial a este Cullinan miniaturizado es que la carrocería está cubierta con la misma pintura que emplea Rolls-Royce en sus vehículos de serie. A diferencia de pintarse en hornos con robots, la aplicación se hace con un pincel fino. Para lograr el mayor nivel de exclusividad, cada unidad se puede pintar entre una gama de 40.000 colores.
La atención al detalle en este auto a escala 1:8 se puede ver también en las luces exteriores (que se activan con un control remoto), en la réplica exacta del motor V12 y en todo el interior, donde destaca la tapicería de los asientos, los detalles de madera, el tablero, las manijas y el volante.
Debido a todo el trabajo artesanal y la alta calidad que contiene este Cullinan a escala, Rolls-Royce tiene a la venta cada pieza en un precio inicial de US$17.000 (más de 63 millones de pesos).