El Renault Sport Spider es uno de esos autos que al mismo tiempo son poco menos que una genialidad y una locura a la vez. Sobre todo, para una marca como Renault, que al final del día, tiene que considerar su contabilidad siempre que desarrolla un auto nuevo.
De hecho, la creación de este auto, obedece a esas poquísimas ocasiones donde la emoción se antepone a la razón. Y es que, su desarrollo fue animado por el éxito conseguido por el equipo Williams-Renault en la Fórmula 1.
Tal vez por ello, su construcción es poco menos que exótica. Para empezar, se empleó un chasis de aluminio y paneles de plástico. No tenía techo, ni parabrisas, al mismo tiempo que carecía de dirección hidráulica, frenos con ABS, calefacción y mucho menos aire acondicionado. Ni que decir de un sistema de audio. Al final, el peso quedó en 930 kilogramos.
Esto en combinación a un motor de cuatro cilindros de F7R de 2.0 litros y 16 válvulas capaz de entregar 148 hp de potencia (heredado del Renault Clio Williams), así como a una caja manual de cinco velocidades, le conferían un manejo realmente divertido. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos y lograba una velocidad máxima de 215 km/h.
Al final su ciclo comercial comprendido entre 1995 a 1999, Renault había fabricado 1,726 ejemplares en la planta de Dieppe, sede de Alpine y ahora uno de los Sport Spider puede ser tuyo gracias a la casa de subastas RM Sotheby's.
La unidad a subasta es del año 1996 y se encuentra en prístinas condiciones. La puja se realizará del 3 al 11 de junio. Y entre sus estimaciones, se espera que alcance un precio de entre 20,000 a 30,000 euros .
Es una cifra alta, pero considerando su exclusividad, concepto y estado de conservación, suena bastante razonable.
