En la última década es común encontrarnos con distintos prototipos del mundo motor que nos muestran cómo serán las formas del futuro. Muchas de esas ideas se pueden aterrizar en un modelo de producción, que responda a una economía segmentada, a las plataformas de la marca, a ingeniería y desarrollo, a motores y tecnología disponibles, entre un sinfín de cosas. Esa es la razón por la cual es técnicamente imposible llevar un auto tal como fue ideado y concebido para la vida real, porque sería muy costoso.
Uno de los rasgos más típicos que hemos visto en esos autos, son los interiores. Estos muchas veces cuentan con pantallas curvas, paneles táctiles que son parte de los acabados y piezas que pueden cambiar de interfaz según se requiera, cosas que parecen extraídas de la ciencia ficción, pero que cada día están más cerca de ser una realidad, al menos para Jaguar Land Rover, quienes han declarado que invertirán en nuevas tecnologías relacionadas con componentes electrónicos de estructura ligera.
Estos circuitos, llamados LESA (Lightweight Electronics in Simplified Architecture) son utilizados usualmente en gadgets flexibles de uso personal, como podría ser un smartwatch, hasta pantallas curvas de televisores y smartphones. Esta tecnología permite imprimir o incorporar directamente en una pieza física, los circuitos y componentes eléctricos, permitiendo un ahorro en peso de hasta 60% con respecto a elementos como pantallas y equipamiento que usualmente necesitan cables y chips conectados a distintas unidades de control.
El beneficio es evidente, puesto que podríamos ver autos con consolas envolventes, reducción en controles físicos (o una implementación más creativa de estos), iluminación ambiental personalizable, volantes con calefacción más económicos e incluso, paneles solares directamente incorporados a ventanas o secciones del auto, sin que eso implique elevar el peso. Lo mismo podemos decir de zonas táctiles determinadas en piezas específicas del auto y circuitos OLED.
La electrónica estructural fue probada con éxito por Jaguar Land Rover en un prototipo de consola superior, el cual resultó ser exitoso en cuanto a su implementación, con una reducción significativa en el tamaño de las piezas, específicamente de 50 mm de espesor a solo 3,5 mm.
El plan de Jaguar Land Rover, llamado "Destination Zero", apunta a autos más livianos, que por consiguiente sean más eficientes y ecológicos, así como más simples de producir y reciclar. Ahí encaja perfecto este nuevo desarrollo, que esperamos ver en sus futuros modelos.