El Yangwang U9 Xtreme se está convirtiendo en uno de los hiperautos más interesantes de la actualidad y demuestra el poder de la ingeniería de BYD en materia de alto desempeño: récord de velocidad máxima para un EV, récord de velocidad máxima para cualquier vehículo en el mundo y, ahora, se convierte en el modelo eléctrico de producción más rápido en el circuito Nürburgring.
Hace unos días este cupé, de cuatro motores y más de 3.000 hp, completó los 20.832 kilómetros del Nördschleife en 6:59.157 minutos, siendo el primer vehículo 100% eléctrico de producción que baja de los 7:00 minutos y superó la anterior marca por más de cinco segundos.

“Nördschleife es el circuito más exigente y nuestro tiempo de vuelta es un testimonio de la capacidad de desarrollo de BYD y Yangwang. Sin su intenso trabajo para equilibrar una plataforma de vehículos eléctricos de alta potencia con las exigentes exigencias de la configuración del chasis, este excelente tiempo de vuelta no habría sido posible”, afirmó Moritz Kranz, piloto encargado de marcar el récord, quien tiene años de experiencia corriendo autos GT en Nürburgring.
Para este intento, los ingenieros de BYD realizaron mejoras al sistema de refrigeración, así como al sistema de frenos con mordazas de aleación de titanio y discos carbonocerámicos; además, se le calzaron llantas GitiSport e·GTR² PRO semi-slick, desarrolladas por la llantera china, que ha sido un importante aliado del U9 Xtreme en esta serie de récords.

Este hiperauto se presentó el pasado 10 de agosto y se basa en la misma plataforma e4 y la arquitectura técnica central DiSus-X del Yangwang U9, que se comercializa actualmente en China. La base se modificó para convertirla en la primera arquitectura de ultra-alto voltaje de 1200 V y se acompaña por un sistema de refrigeración mejorado para trabajar de forma óptima en las condiciones de uso más extremas.
Además de ello, también hay cambios en el sistema de vectorización del torque, que ajusta la entrega de torque en cada rueda más de 100 veces por segundo, para mantener una adherencia óptima, al tiempo que el control inteligente de carrocería escanea cada amortiguador de forma independiente, para reducir al máximo el cabeceo en aceleraciones o frenadas curvas, así como para hacer más confortable el paso por terrenos irregulares, además de trabajar para que cada llanta tenga el apoyo ideal contra el pavimento y, con ello, maximizar el agarre.