
Después de 67 años de su desaparición, el nombre Packard resurge, pero no como el fabricante estadounidense de automóviles de lujo que conquistó a las estrellas de la era dorada de Hollywood, sino como un one-off encargado por un cliente privado.
La empresa holandesa JB Classic & Bespoke fue la encargada de construir el Packard Excellence, pero la firma Cinovara Design fue responsable del diseño y la ingeniería de este lujoso sedán, que toma como base un Bentley Flying Spur de segunda generación.
Este proyecto rinde homenaje al Facel Vega Excellence; de ahí su nombre, y retoma la estética clásica de Packard destacando su icónica parrilla triple, puertas "suicidas" y la Diosa de la Velocidad adornando el capó.
El interior del Packard Excellence apuesta por la mezcla de maderas claras y cuero crema para crear una atmósfera de auténtico lujo, destacando el logo de la marca bordado en los apoyacabezas de los asientos.
El precio del Packard Excellence no se revela, pero si tenemos en cuenta que para su creación tardaron 17.000 horas de trabajo, sumado a que su dueño tiene cuarenta Packard en su garaje, el valor económico es secundario, frente al valor sentimental e histórico que el coleccionista le profesa a Packard.