
Jaguar está en problemas, lo sabemos todos. La histórica marca británica dio un vuelco en su estrategia global, apuntando al segmento más alto del mundo automotor y abanderándose por completo de la electromovilidad. Pero esta reinvención ha sido tremendamente polémica y no ha sido del gusto de muchas personas, al margen de que hizo tanto ruido como los potentes motores que la marca deja de fabricar.
Nuevo logo, nuevos colores, nueva filosofía de diseño y un prototipo. Nada de esta manifestación ha sentado bien y los ataques llegan por todos los flancos, desde que el auto tiene tanta identidad como un sistema de aire acondicionado, pasando por la disminución del emblemático "felino rampante" como logotipo, hasta cuestionamientos desde sectores tradicionales por apelar a la llamada "agenda woke" gracias a un video progresista con glamorosos modelos vestidos de colores y representando a diferentes razas y etnias. Del rico pasado en el mundo de las carreras, ni hablar.
El nuevo capítulo de esta novela es la renuncia del CEO del grupo JLR, Adrian Mardell.
No todo ha sido tan malo como se pinta
Defender, uno de los grandes hits de JLR, gracias a su margen de ganancia.
Por ahora, el sostén de JLR han sido los productos de Land Rover, que también se aproximan a un futuro electrificado, pero la apuesta por replantear Jaguar fue autorizada por Mardell, quien asumió como CEO interino de la marca en 2023, tras la salida de Thierry Bolloré. Mardell, quien hizo su carrera al alero de los departamentos de finanzas de ambas marcas, tuvo que hacerse cargo de algunas crisis y reinvenciones, como sortear la falta de chips y problemas con las cadenas de suministro, coletazos de la pandemia. Tras ocho meses como CEO interino, tomó el puesto de manera definitiva, reuniendo a Jaguar Land Rover en la entidad JLR, una "casa de marcas" independientes: Jaguar, Range Rover, Defender y Discovery.
El futuro de Jaguar depende de este auto.
Si hoy todas estas marcas existen, es gracias al trabajo de Mardell, quien capitalizó en el éxito de los modelos de Land Rover para que JLR por primera vez en mucho tiempo, lograra tener ganancias: este año podrían alcanzar un 10% de margen.
Su puesto será tomado por P.B. Balaji en noviembre de este año, quien ha sido CFO del Grupo Tata desde 2017 y que cuenta con muchos pergaminos y años de experiencia, los que necesitará para hacer frente al nuevo panorama que enfrenta JLR, en especial con las alzas en los impuestos a los autos importados en Estados Unidos y lo que sucederá con el futuro de Jaguar.