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Mazda CX-50 Turbo: poderío, refinamiento y encanto a toda prueba

El primer tododoterreno que trajo la marca a Colombia se anima ahora con un motor más potente y capacitado para la aventura.

Mazda CX-50 Turbo: poderío, refinamiento y encanto a toda prueba

Cuando la CX-50 llegó al país, hace justo dos años, nuestro mercado fue el tercero a nivel global en presentarlo, lo que evidencia la importancia que tiene Colombia para el fabricante japonés, más aún cuando se dijo en su momento que este modelo estaría destinado exclusivamente para el mercado norteamericano.

La propuesta CX-50 enfrentó entonces una dura tarea en el mercado local, donde muchos de sus competidores llevan una larga tradición en su oferta de vehículos para enfrentar el off-road. En todo caso, se convirtió en una alternativa más que capacitada para que los amantes de la Mazda CX-5 que querían algo más conveniente para el escarpado, no tuvieran que escoger solo entre modelos como Toyota RAV4, Subaru Forester o Ford Bronco Sport, entre otros.

Además, consideremos como antecedente que en el informe de los SUVs más vendidos en Colombia durante el primer semestre de este año, CX-50 ocupó un muy honroso 14° lugar, siendo el tercer modelo de la marca japonesa más apetecido por los compradores de vehículos nuevos en el país (detrás de CX-30 y CX-5), pero con una ligera contracción (-4%) frente al mismo periodo del 2023.

Bueno, pues justo para darle más argumentos en términos de poderío y capacidad es que Mazda de Colombia introdujo en el pasado Salón del Automóvil de Bogotá 2024 su nueva versión CX-50 Turbo o Grand Touring Signature, que se convierte en el tope de gama y llega para complementar la oferta de las versiones Touring y Grand Touring.

Mazda CX-50 Turbo: exterior

Las diferencias exteriores de la nueva versión Turbo de la CX-50 son mínimas, frente a sus hermanas de línea, salvo que las molduras de los parachoques delanteros y traseros son plateadas en la Grand Touring Signature; así mismo, los retrovisores exteriores tienen atenuación automática y memoria, al igual que en la versión Grand Touring.

Con respecto a sus rivales, por lo menos frente a los que escogimos, vale destacar que Mazda CX-50 ofrece la carrocería más larga y ancha (4.720 mm y 1.920 mm, respectivamente), lo que favorece su imponente imagen y se mezcla acertadamente con el diseño kodo, que se ha vuelto un sello de identidad en la última generación de modelos de la marca; es justo dicha combinación lo que le permite lucir tan vistosa y sofisticada en la ciudad, como poderosa y sólida en el escarpado.

Ese diseño atractivo y atemporal es el que valoran muchos de sus compradores, para quienes un todoterreno no debería lucir tan agreste, sino que debe reservar su poderío cuando se le exige en el off-road. En ese sentido, quizás el rasgo más aventurero que se perciba exteriormente en la CX-50 es la presencia de enormes llantas 245/45 en rines bitono de 20”, pero no es algo exclusivo de la versión tope de gama, sino es un detalle que comparten todas las versiones, así como el techo panorámico y corredizo. Para tener como referente, la RAV4 y la Forester calzan rines de 18”.

Mazda CX-50 Turbo: habitáculo

En cuanto al interior de la nueva Mazda CX-50 Turbo, digamos primero que, gracias a sus generosas dimensiones, este modelo también se favorece de tener la mayor distancia entre ejes: 2.815 mm (+125 mm que la RAV4 y +145 mm frente a la Forester y la Bronco Sport); esto resulta muy valioso en cuanto espacio disponible y comodidad para los cinco ocupantes que puede transportar. En todo caso, el generoso espacio que se reserva para los ocupantes tiene un costo en materia de capacidad de baúl, pues el todoterreno de Mazda tiene una capacidad de baúl de 456 litros, mientras la Bronco Sport, por ejemplo, reserva 566 litros.

En el caso de las unidades que llegan a Colombia, una diferencia significativa de la versión Grand Touring Signature, que tuvimos posibilidad de probar en nuestro reciente visita a la planta de Mazda, en Salamanca (México), es que la tapicería en cuero/vinil (con zona central microperforada) se ofrece en un vistoso color terracota, lo cual le sienta muy bien. Tengan en cuenta que las fotos de este artículo corresponden a una unidad CX-50 Turbo para el mercado “manito”, por eso la tapicería es de color negro.

En la cabina, los cambios entre las versiones del modelo todoterreno de Mazda no son tan evidentes, pero sí los hay; por ejemplo: la referencia turbo cuenta con ventilación en las sillas delanteras, la cámara de reversa tiene líneas de guía dinámicas (además es la única con vista 360°) y el espejo interior es automático y sin marco; así mismo, como en la Grand Touring, incluye control de cambios en el volante, sistema de audio Bose de alta calidad y con 12 parlantes (la Touring tiene ocho), además de pantalla activa de conducción (proyección en el panorámico).

En cuanto a infoentretenimiento, la CX-50 Turbo se vale de la tecnología Mazda Connect, con conectividad Bluetooth y compatibilidad inalámbrica Apple CarPlay, pero hay opción de mejora con el acceso a Android Auto, pues requiera conexión por cable.

Por su parte, el tema de del botón multicomando en la consola central genera tantos partidarios como detractores; en todo caso, creemos que las personas mayores agradecen la posibilidad de acceder desde el mismo, y con relativa facilidad, a las más importantes funciones y opciones de personalización del vehículo. Aquí se destaca que la elegante y flotante pantalla central de 10” del sistema activa la función táctil solo cuando se vincula algún equipo celular; el complemento es el monitor de 7” del tablero de instrumentos.

Mazda CX-50 Turbo: motor y seguridad

Lo verdaderamente novedoso de la CX-50 Grand Touring Signature se oculta bajo el capó y nos referimos obviamente al nuevo propulsor, que mantiene los 2.488 cc del cilindraje tradicional del bloque de cuatro cilindros Skyactiv-G que ya conocíamos, solo que ahora añade un esquema turbocargado con intercooler, lo que modifica no solo la relación de compresión (pasa de 13:1 a 10,5:1 y sí, requiere combustible Extra), sino que además eleva el poderío.

Esta nueva planta de poder entrega 228 caballos de potencia y 420 Nm de torque; eso es 40 hp y 170 Nm adicionales frente a la oferta del motor homólogo de las versiones Touring y Grand Touring. Acá vale recordar que este último bloque equipa el sistema de desactivación de cilindros, el cual permite detener el funcionamiento de dos de los cuatro cilindros en algunas condiciones de marcha.

Con respecto a sus rivales, la Mazda CX-50 Turbo solo es superada en 22 hp por el Ford Bronco Sport, pero al contendiente de Ford le gana en 44 Nm en el rubro de torque, con lo que lidera el cuadro al compararlo.

Si bien la versión turbo se vale de la misma transmisión Skyactiv-Drive (Activematic, automática y de seis velocidades), que usan sus hermanas, las relaciones se modificaron y con ello las tres primeras marchas y la relación final de eje resultan más cortas, lo que en la práctica se traduce en una gestión más rápida y fluida entre marchas.

En cuanto a seguridad, todas las versiones CX-50 tienen un arsenal bien interesante de recursos, como asistencia de permanencia en carril con prevención de salida de la vía, asistencia inteligente de frenado delantero, sistema avanzado de monitoreo de punto ciego con alerta de tráfico cruzado posterior, alerta de atención del conductor, control crucero adaptativo con función Stop & Go, alerta de distancia y velocidad, así como asistencia de arranque en pendiente.

El diferencial de la versión turbo es que añade refinamientos como el sistema activo de iluminación frontal, asistencia de frenado trasero, asistencia de frenado de tráfico cruzado trasero y asistencia de crucero y tráfico, entre otros. En su nicho, la mayoría de modelos ofrecen los siete airbags, como los tiene la CX-50, así que sería un plus disponer de ocho bolsas de aire, como es el caso de la Toyota RAV4.

Mazda CX-50 Turbo: desempeño

Si hay algún término que permita definir la eficiencia mecánica de la CX-50 Turbo es equilibrio. Empecemos por las virtudes del Skyactive Chassis, que se traducen en un chasis absolutamente resistente y rígido, el cual se combina con una acertada geometría de la suspensión (McPherson adelante con barra estabilizadora y barra de torsión con rigidez variable y amortiguadores telescópicos, atrás). A ello, el todoterreno de Mazda suma una carrocería absolutamente bien concebida, no solo para absorber y distribuir la energía en caso de accidente, sino también para favorecer la insonorización y la rigidez estructural del conjunto.

La gracia de la CX-50 es que su desempeño en ciudad es tan ágil, cómodo y asertivo al rodar en ciudad, como el resto de sus hermanas de linaje, pero es un vehículo en el que se puede enfrentar el escarpado medio sin ningún reparo; esta bien, no es un vehículo con orientación “trochera” pura, y no es la intención, pero está más que calificado para “ensuciarse” las llantas cuando toca.

En este punto, se debe destacar la gestión del sistema inteligente AWD con función off-road, que está presente en todas la CX-50; sin embargo, es aquí donde el torque extra de la versión turbo sale a brillar para darle realmente un plus a la hora de enfrentar los desafíos fuera de la carretera. Así mismo, vale destacar otro recurso propio de Mazda, como lo es el Control G-Vectoring Plus (GVC+), el cual conocemos en otros modelos y que sirve para atenuar el efecto de las fuerzas “g” y evitar la fatiga en los viajes largos, pero que acá, además, ayuda a reducir el balanceo propio al se enfrentan los ocupantes cuando se transita por terreno escarpado.

Con su nuevo motor turbo, la CX-50 queda ahora en mejor posición para enfrentar a los serios rivales de su segmento; con la ventaja de ofrecer un conveniente torque (además, con una entrega integral desde muy abajo del tacómetro) y otro punto a favor: los cinco años de garantía sin límite de kilometraje que promete Mazda, algo superior a lo que se suele ofrecer en esta competida parcela del mercado.

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