Hace unos meses, se especuló que Chevrolet sumaría las bondades de la inyección directa a los motores turbo en su gama suramericana y bien, finalmente acaban de presentarse en Brasil las actualizaciones para los propulsores de sus modelos Tracker y Montana, tanto el 1,0 como el 1,2 litros turbo.
Si bien ya se está a prueba un restyling de la Tracker, la incorporación de la inyección directa se explica en virtud a que, a partir de enero comienzan a regir nuevas “normas anticontaminación” en Brasil, por lo que estas actualizaciones anticipan lo que veremos en los futuros modelos de la marca.
Chevrolet Tracker y Montana: los cambios
Estéticamente, ambos modelos se mantienen iguales y los cambios están únicamente debajo del capó. La inclusión de la inyección directa abarca ambos motores turbo (1.0 y 1.2 L), por lo que también los veremos en los modelos Onix y Onix sedán.
Con estos cambios, la marca afirma que el 1.2 turbo pasa de 132 a 139 hp y de 190 a 220 Nm, con los que la Tracker automática logra el 0 a 100 km/h en 1,4 segundos menos (es decir, es más rápida). En el caso de la Montana, la aceleración es 0,8 segundos más rápida con caja automática y 0,6 segundos mejor con la manual.
Por otro lado, uno de los aspectos más importantes de la incorporación de la inyección directa es el consumo, que la marca afirma que en la Tracker es 7,7% mejor en ciudad y 6,9% mejor en carretera.
En el caso de la Montana, hay una mejora del 2,5% urbano y 0,8% en ruta para la variante manual, mientras que el de la automática mejora en un 1,5% en ruta y empeora un 0,8% en ciudad.
Mejoras para el motor 1,0 T
En el motor 1,0 T que utilizan los Onix y Onix Turbo en nuestro país, la mejora es menos marcada: de 116 a 117 Hp y de 160 a 180 Nm.
La marca no anunció los cambios para los Onix aún (creeemos que es porque se aproxima la presentación de su renovación), por lo que no tenemos las cifras oficiales para el hatchback y el sedán del segmento B.
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