Hace algunos meses, las directivas de Ford anticiparon que pensaben cambiar su estrategia de autos eléctricos (EV) para acomodarse mejor a la demanda de sus clientes. Esta semana, finalmente nos enteramos sobre lo que harán para no perder terreno ante el menor interés que ahora suscitan los EV.
En primer lugar, citan que el futuro SUV eléctrico de siete pasajeros que adelantaron en 2023 con autonomia urbana de 560 km, ha sido canceladao por completo y que en su lugar llegará un desarrollo similar, pero con propulsión híbrida.
El modelo eléctrico suponia una autonomia extraurbana de 480 kilómetros a una velocidad de 112 km/h, una aerodinámica avanzada, una batería de 100 kWh y capacidad de carga rápida para obtener hasta 240 km de autonomía en 10 minutos: esto, ya no va.
A su vez, Ford estaría construyendo otra pick-up grande eléctrica, cuyo nombre clave interno se conoce como “T3”, la cual se retrasa 18 meses, para comenzar su producción en el 2027.
Junto a esa utilitaria con platón de gran tamaño, el fabricante también planea tener una pick-up mediana eléctrica que usaría la misma arquitectura.
Ford asegura que gastarán cerca de 40% a 30% menos en estos productos por el cambio de planes; sin embargo, la misma reestructuración les hará perder cerca de $400 millones de dólares en elementos que quedarán inoperables durante algún tiempo, hasta que sea hora de fabricar los productos que acaban de retrasar.
Por ahora, la marca no anuncia ningún cambio en el desarrollo del "otro" eléctrico asequible, sobre el que estaban trabajando desde hace algún tiempo, mismo que (en teoría) se creará para darle batalla a las ofertas chinas de bajo costo, que están desequilibrando a las marcas establecidas de otros mercados.
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